Comentarios al Diario Espiritual

1. ¿QUÉ ES LA LLAMA DE AMOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA?

La Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María es una gracia nueva, milagrosa y extraordinaria que Dios da a la Iglesia y a la humanidad entera, cuyo objetivo es renovar espiritualmente a las familias, que están asediadas en estos últimos tiempos por el violento ataque de Satanás que pretende reinar en el interior de todos los hogares. 

Lo específico de este don de Dios es su capacidad de “cegar los ojos de Satanás”, es decir, de “vencerlo” en el combate espiritual que lleva contra el género humano y especialmente en el interior de las familias. 

El mensaje de la Llama de Amor llega a nosotros por medio de una humilde viuda y madre de seis hijos llamada Isabel Kindelmann (Budapest, Hungría, 1913-1985). Durante veinte años fue escribiendo las comunicaciones que recibía, a manera de locuciones interiores, de parte de Nuestro Señor Jesucristo y de María Santísima. Nos dejó en más de trescientas páginas manuscritas su “Diario Espiritual”, una verdadera joya de la espiritualidad cristiana. Por medio de los escritos de Isabel, la Virgen María nos avisa que en estos últimos tiempos el Demonio va a lanzar desde su orgullosa ceguera un ataque frontal y definitivo contra la Iglesia y la humanidad entera. Satanás busca la manera de pervertir desde sus raíces la institución divina de la familia para establecer su reino de muerte en los hogares y en el mundo. Su objetivo es arrastrar al infierno el mayor número posible de almas. A nuestra mentalidad moderna y científica le repugna la creencia en estos temas, pero la verdad es que el mundo demoníaco va más allá de lo que vemos y podemos controlar.


Hoy, más que en ninguna otra época de la humanidad, el mundo entero experimenta una serie de convulsiones de tal malicia y magnitud que solamente puedan ser explicados como fruto de inteligencias demoníacas llenas de odio implacable a Dios y al hombre. A través de Isabel Kindelmann la Virgen María va a renovar el impactante llamado que hizo a la Iglesia y a la humanidad entera en las apariciones de Fátima. En el año 1917 la Santísima Virgen en Cova de lría, Fátima, Portugal reveló su Inmaculado Corazón a los tres niños Lucía, Francisco y Jacinta. La Virgen se presentó como la portadora de la Paz para un mundo que ha rechazado a Dios por el pecado, el ateísmo y de la indiferencia religiosa voluntariamente asumidos. Nos habla de los terribles castigos a los cuales el hombre se ha hecho merecedor por causa de las ofensas hechas a Dios. Entre estos castigos sobresalen las dos guerras mundiales en las que perecieron millones de personas y desaparecieron naciones enteras. Si el hombre no abandona el pecado y no se convierte de corazón a Dios, dice María, vendrán otros castigos en reparación a las ofensas hechas al Señor. Nuestra Señora pone en evidencia la existencia de Satanás, de los demonios y del infierno en la gran visión del 13 de julio de 1917. Estas verdades de Fe han sido negadas y ridiculizadas por la cultura moderna. 


La Virgen se presenta como la gran vencedora del enemigo de nuestra salvación y nos invita encarecidamente a orar y sacrificarnos por la conversión de los pecadores. En el Mensaje de la Llama de Amor, la Virgen revela que Satanás quiere destruir la Iglesia destruyendo la institución divina de la Familia, corrompiéndola desde dentro y atacándola desde fuera. Efectivamente, vemos cómo la unión libre, el divorcio, el adulterio públicamente aceptado, el rechazo a la procreación y a la vida, (anticonceptivos, el aborto), la fecundación artificial, el matrimonio entre personas del mismo sexo, y otras aberraciones están siendo promovidas a niveles oficiales por la ONU y muchos Gobiernos con la intención de destruir los valores que conforman la identidad de las familias cristianas, Quieren remplazarlos por las caducas y trasnochadas perversiones del paganismo. Se trata de un verdadero ataque a Jesucristo y a su Iglesia para borrarlos de la faz de la tierra. Ante los ojos de María Santísima esto es fruto de una acción diabólica y no simplemente el accionar de las diversas ideologías de turno, La historia de Isabel Kindelmann se desarrolla en medio de grandes sufrimientos. Desde niña experimentó el dolor de ser huérfana de padre y madre a los doce años y de quedarse sin ningún apoyo emocional porque sus doce hermanitos mayores que ella, murieron a temprana edad. Experimentó el dolor de la viudez a los treinta y tres años, la persecución y la pobreza extrema de un país en posguerra y dominado por el comunismo. Su vida es un luminoso ejemplo de santidad en medio de dificultades inauditas. Sobre todo, es un ejemplo de combate espiritual contra los ataques permanentes de Satanás, que rabiosamente la atacó para impedirle llevar adelante la misión que Jesús y María le confiaron: entregar a la Iglesia la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María. Fue una mujer que, humanamente hablando, no se destacó para nada por su ciencia o cualidades extraordinarias. Su gran ejemplo es su fidelidad para llevar adelante la voluntad de Dios en medio de los más grandes sufrimientos.


La Virgen le dio un instrumento para vencer a Satanás: la jaculatoria “Derrama el Efecto de Gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad”, Isabel experimentará el poder milagroso de esta pequeña oración. Al invocar a María con esta jaculatoria, el Demonio queda ciego y vencido, e incapaz de dañar a los hijos de Dios. María renueva el Santo Rosario para convertirlo en un verdadero instrumento de combate espiritual. Lo convierte en la oración de liberación por excelencia a la que todos deberíamos recurrir de manera permanente para que el reino de Satanás caiga derrumbado tal como Ella lo profetiza. El Diario Espiritual no es un manual sistemático de espiritualidad, sino el testimonio palpitante de una madre de familia que en medio de los más grandes combates contra el maligno sale victoriosa de todos sus ataques y argucias. A lo largo de sus páginas encontramos a los Sagrados Corazones de Jesús y de María que nos comparten los Sufrimientos que los embargan ante una generación de cristianos que han decaído en su vigor espiritual y están en peligro de convertirse prácticamente en paganos. En el Diario Espiritual del Inmaculado Corazón de María, las familias encontrarán el camino que es necesario recorrer para que puedan convertirse en sal de la tierra y luz del mundo. 

2. ¿QUÉ SIGNIFICA DERRAMA EL EFECTO DE GRACIA?

El punto central de la Devoción a la Llama de Amor es la jaculatoria que la Virgen pide que se inserte en el Ave María: “Derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor sobre toda la Humanidad”. Este es como el resumen de todo el Mensaje que Nuestra Señora da a la Iglesia y a la Humanidad entera. Todo nuestro esfuerzo debe centrarse en “comprender” la profundidad de esta frase. No en vano, la Virgen pide que se introduzca, nada menos que en el Ave María, la oración mariana por excelencia. Debe ser algo importantísimo en el pensamiento y objetivos de Nuestra Señora. Cuando Ella habla de la gracia de la Llama de Amor, dice algo que nos sorprende y más aún nos sobrecoge por lo impactante de la expresión: “Te aseguro, hijita mía, una fuerza tan poderosa de gracia no he puesto todavía a disposición de ustedes como esta vez: La Llama flamante del Amor de Mi Corazón. Desde que el Verbo de Dios se hizo carne, no he emprendido Yo un movimiento más grande que este de la Llama de Amor de Mi Corazón que salta hacia ustedes. Hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás, y de ustedes depende que no la rechacen porque esto traería consigo una gran ruina”. Estas palabras son verdaderamente extraordinarias, únicas, desafiantes.

¿Cómo es posible que la Virgen nos diga que desde la encarnación del Verbo no ha emprendido Ella un movimiento más grande que este de la Llama de Amor de su Corazón? Esto es inaudito. Más aún que nos diga que: “Hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás” y que de nosotros “depende que no la rechacen porque esto traería consigo una gran ruina”. Estas palabras encierran muchos interrogantes: ¿quién es la Virgen María para decir: ¿Yo no he emprendido…? ¿Con qué autoridad? ¿Quién es Ella para arrogarse tal poder? Más aún, dice: … “Una fuerza tan poderosa de gracia no he puesto todavía a disposición de ustedes…” ¿Con qué derecho puede una criatura decir “Yo no he puesto a disposición de Uds. una fuerza de gracia …?”; Y esa fuerza de gracia es la “Llama flamante de Mi Corazón”, y que esa Llama ciega a Satanás “como nada lo ha cegado antes”. Llega al extremo de decirnos que esa “Llama de amor de Mi Corazón es mi Hijo Jesucristo”.

Estas palabras y otras que están diseminadas a lo largo del Diario nos obligan a repensar la figura de María. ¿Quién es esa Mujer que habla con tal seguridad y tal majestad, tal poder que casi podríamos llamar arrogancia? “Yo pongo un haz de luz en tus manos, es la Llama de Amor de mi Corazón” “Yo soy su Madre bondadosa y comprensiva y en unión con ustedes, les voy a salvar”. ¿Qué pasa aquí? ¿Con qué derecho esa Mujer dice que es nuestra Madre y que nos va a salvar? ¿Acaso no es Cristo el único que salva? ¿No está blasfemando? ¿No está pasando encima de Jesucristo el Señor? 

Estamos frente a un Misterio que nuestra capacidad intelectual no puede captar y mucho menos comprender. María será siempre un enigma para nosotros. Para poder entender el Mensaje de la Llama de Amor tenemos por fuerza que ir a la Palabra de Dios. No nos podemos quedar solo con lo que leemos en el Diario Espiritual. Debemos ir a la raíz. Entonces nos daremos cuenta de que la Llama de Amor no es un invento de Isabel Kindelmamn, y de que las palabras de la Virgen María y su mensaje son simplemente el Evangelio puro. En primer lugar, comencemos por ver si tiene sentido introducir en el Ave María la jaculatoria “Derrama el efecto de gracia…”. La Virgen dice: “No quiero cambiar la oración con que me honran (el Ave María), sino que quiero sacudir con esta súplica la humanidad. Esta no es una nueva fórmula de oración, debe ser una súplica constante”. Si nos fijamos bien, la expresión: “derrama el efecto de gracia…” es exactamente lo mismo que decir: “ruega por nosotros pecadores…”. La Virgen no cambia el Ave María, simplemente explicita, explica el sentido de su misión, de su función en el plan de Dios: INTERCESORA. ¿Qué hace la Virgen? Ella intercede, le pide a Dios por nosotros. Perfectamente, podríamos suprimir del Santa María la expresión: “ruega por nosotros pecadores” y decir: “Santa María Madre de Dios derrama el efecto de gracia”. Aquí se pone en evidencia su papel en las bodas de Caná: ella intercede ante Jesús por los esposos y obtiene la superabundancia de gracias representada por los seiscientos litros de vino. Nuestra memoria nos lleva al momento de Pentecostés en el que “María, la Madre de Jesús” está con los Apóstoles orando por la venida del Espíritu Santo. Ella es en este momento Madre de la Iglesia y por su poderosa intercesión se derrama sobre toda la humanidad (las naciones) el Fuego del Espíritu Santo. Debe ser una súplica constante para que el Señor, la Trinidad Santísima, derrame el efecto de la Redención sobre toda la humanidad.

3.  LAS RAÍCES DE LA LLAMA DE AMOR:

EL CORAZÓN DEL PADRE ETERNO Y EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

Desde toda la eternidad ha previsto Dios para nuestro tiempo la revelación de la Gracia, de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María. Este regalo no debemos mirarlo como algo extraño, sino como un acontecimiento que se inserta en la lógica del Plan de Dios para la Redención y salvación del hombre. Dios no hace nada al azar. Todo tiene sentido. Todo se cumple a su tiempo. Todo se inserta en esa maravillosa Historia de la Salvación que Él ha diseñado con amor infinito para el bien de todas sus criaturas y en especial de la Humanidad.

I. UN INSTRUMENTO NUEVO QUE CIEGA AL DEMONIO

Si bien la Revelación Oficial se clausuró con la muerte del Apóstol San Juan y nada se puede agregar o quitar a la Palabra de Dios, tal como el Apocalipsis nos lo dice, Dios sigue actuando y guiando a su Iglesia por su Espíritu Santo. Las revelaciones privadas no agregan nada nuevo, sino que explican y explicitan aspectos de la Palabra de Dios que en determinado momento deben ser iluminadas para el bien de la Iglesia. La revelación de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María liega al Pueblo de Dios en el momento justo. María nos dice: “Satanás emprende una lucha tal contra los hombres como no la hubo nunca antes” (8 agosto 1962). “Satanás con fuerza rabiosa quiere destrozar las familias” (18 octubre 1962). Basta abrir los ojos para darnos cuenta de cómo la acción diabólica está destruyendo la Humanidad; la Iglesia está siendo sacudida desde sus cimientos por un vendaval naturalmente inexplicable. El humo de Satanás ha penetrado en ella por algún resquicio. La respuesta de la Virgen a este despiadado ataque es: “Yo, el rayo hermoso de la Aurora, cegaré a Satanás” (19 mayo 1963). Le dice a Isabel Kindelmann: “Yo pongo un Haz de Luz en tus manos, es la Llama de Amor de mi Corazón.  Un nuevo instrumento quisiera poner en sus manos. Les pido encarecidamente que lo acepten con gran comprensión porque mi Corazón mira a mi país con aflicción” ... “Con esta Llama llena de gracias que de mi Corazón les doy a ustedes, enciendan todos los corazones en todo el país pasándola de corazón a corazón. Este será el milagro, que convirtiéndose en un incendio con su fulgor cegará a Satanás. Este es el fuego de Amor de unión que alcancé del Padre Celestial por los méritos de las Llagas de mi Hijo Santísimo” (13 abril 1962). “Te aseguro, hijita mía, una fuerza tan poderosa de gracia no he puesto todavía a disposición de ustedes como esta vez: la llama flamante del amor de mi Corazón. Desde que el Verbo de Dios se hizo carne, no he emprendido Yo un movimiento más grande que este de la Llama de Amor de mi Corazón que salta hacia ustedes. Hasta ahora NO HA HABIDO NADA QUE TANTO CIEGUE A SATANÁS. Y de ustedes depende que no lo rechacen porque esto traería consigo una ruina”. (1 agosto 1962) Hoy cuando en la Iglesia y en el mundo hay una enorme confusión y ceguera espiritual, viene un mensaje de la Madre de Dios, que además de promover una Devoción nos da un “instrumento” que tiene como objetivo cegar al Demonio, causa radical de todos los males del hombre (Sab 2,24). La pregunta es, ¿de dónde vienen el mensaje, la Devoción y el instrumento? La respuesta es DEL CORAZÓN DEL PADRE ETERNO.

 

II. LA LLAMA DE AMOR BROTA COMO DE SU FUENTE PRIMIGENIA DEL CORAZÓN DEL PADRE ETERNO

La Virgen nos dice algo fundamental. “Con esta Llama llena de gracias que de mi Corazón les doy a ustedes...” (13 abril 1962). La Llama de Amor brota del Corazón Inmaculado de María como de su fuente secundaria. La fuente primaria y original es el Padre Eterno. María identifica la esencia de esa Llama: “La Llama de Amor de mi Inmaculado Corazón es mi Hijo Jesucristo”. Esta afirmación nos lleva al centro del Misterio de la Redención: la Encarnación del Verbo Eterno en las purísimas entrañas de María Santísima. El Verbo Eterno es engendrado desde toda la eternidad en el seno del Padre. Jesús es el “Enviado del Padre para redimir al Hombre: Jesús ha venido para destruir las obras del Diablo” nos dice San Juan (14: 3,8). La obra por excelencia del Demonio es llevar al hombre al pecado. María es el instrumento privilegiado del Padre Eterno, por medio del cual nos viene Jesús, el Salvador. En el Génesis 3,15 se nos dice: “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; Ella te aplastará la cabeza y tú la morderás al talón”. En San Juan 2,2, en las Bodas de Caná, Jesús llama a su Madre: Mujer. Al pie de la Cruz le dice (Jn 19,25-27) “Mujer, ahí está tu hijo”, en Apocalipsis 12: "Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer vestida del sol con la luna bajo sus pies”. La Iglesia ve en estos textos a la Santísima Virgen María como el instrumento privilegiado de Dios para la derrota de Satanás, porque de Ella nace Jesús.

BROTA COMO DE SU FUENTE SECUNDARIA DEL CORAZÓN DE MARÍA

En Lc 2,17 y 50. Por dos veces se hace referencia al “Corazón de María”. La Virgen conserva meditando en su Corazón los acontecimientos de la vida de su Hijo. El Corazón no es simplemente el órgano de carne que impulsa la sangre. En la Biblia es la sede de los pensamientos, sentimientos y actos de voluntad. Es el símbolo del amor, de la ternura, del conocimiento. En el corazón encontramos la voluntad que se entrega totalmente al Otro, es decir, a Dios. Cuando hablamos del Corazón Inmaculado de María estamos, pues, hablando de la persona de la Madre Santísima de Dios, no simplemente del órgano de carne. María es la Inmaculada, aquella que no ha sido manchada por el pecado. En Ella habita el Espíritu Santo de manera perfecta. Es su Esposa santísima. La que no pone resistencia alguna a la obra de Dios. Aquella que ama a Dios de manera perfecta y se le entrega totalmente para hacer Su voluntad sin ningún obstáculo: FIAT, HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA. Sus pensamientos y sentimientos son perfectos, sin la menor sombra de egoísmo. Ella se da total y absolutamente porque ama total y absolutamente a su Señor. Es el modelo por excelencia de amor a Dios, y por ende a Jesucristo. Es el espejo en quien debemos mirarnos en nuestra condición de discípulos de Cristo. Es nuestra Madre, la que nos engendró en su Hijo, en la Anunciación y en el Calvario. La Madre Dolorosa que sobrellevó la pasión de Jesús. La que está Asunta en el Cielo, a los pies de su Hijo, para interceder por nosotros como Madre. Por lo tanto, cuando María, movida por su dolor de Madre Espiritual de la humanidad, pide al Padre Eterno por los méritos de las Llagas de su divino Hijo una intervención especial, Ella recibe directamente de Dios como respuesta esa gracia misteriosa cuyo nombre es: la Llama de Amor. El Diario Espiritual nos dice que "Esta gracia es única, es original, es “nueva”, y está especialmente destinada a responder a la situación actual de rechazo a Dios que vive la humanidad. Debemos caer en cuenta de que en toda la historia nunca se había dado una situación tan trágica como la que vivimos actualmente: Satanás está - llevando a millones de personas a rechazar a Dios y su Plan de salvación. Por esa razón esta gracia no había sido dada antes a la humanidad. Hoy la salvación eterna de miles de millones de seres humanos está en peligro como nunca antes, porque el Demonio ha cegado y confundido sus corazones. Esta gracia de la Llama de Amor (que ilumina) brota como de su origen primigenio del Corazón misericordioso del Padre Eterno, del Corazón de la Trinidad, por la intercesión de María. Al mismo tiempo María dice con toda propiedad que es SU LLAMA DE AMOR. “¡Es mi Hijo Jesucristo”, esa gracia, siendo de Dios Padre como su origen primero, es también gracia de María, porque brota de su persona (su Corazón inmaculado) (de su Fíat) por su condición de Madre de Dios y de los hombres! Por ese motivo, Ella habla en primera persona de una gracia “que no he puesto todavía a disposición de ustedes”. Se trata de un designio divino para nuestro tiempo tan convulsionado por las fuerzas satánicas que buscan arrastrar a la condenación eterna el mayor número posible de almas.

4. ¿QUÉ TIENE DE ORIGINAL LA LLAMA DE AMOR?

Sin embargo, podríamos objetar: ¿Qué de nuevo trae esta gracia de la Llama de Amor? ¿Acaso la Iglesia no nos ha predicado siempre a Jesucristo? Cada época de la historia de la humanidad tiene su gracia. Una gracia propia. Las épocas históricas son diferentes porque las necesidades son diferentes. En nuestra época actual lo que la hace diferente es que las fuerzas de las tinieblas, por permisión de Dios, están atacando de manera desproporcionada a la Iglesia y a la humanidad enteras PARA LLEVARLAS AL RECHAZO DE DIOS: AL PECADO. Dios quiere que todos los hombres lleguen al conocimiento de la Verdad y se salven. Sin una gracia superespecial, infinidad de seres humanos se condenarían hoy. Dios respeta la libertad del hombre y por eso le ofrece como tabla de salvación la Llama de Amor por medio del inmaculado Corazón de María. En Fátima la Virgen nos dice que es Dios quien quiere establecer en el mundo la Devoción a su inmaculado Corazón para la salvación de los pecadores. Lo propio, lo especial de la Llama de Amor, lo que la hace única es que se trata de un instrumento nuevo que viene del Padre dado por medio de María Santísima para “cegar los ojos de Satanás”, es decir, para neutralizarlo y vencerlo a nivel personal, familiar y planetario. Es una gracia que ha de convertirse en un “movimiento” universal que llegue hasta los lugares más recónditos (allí donde Satanás se ha infiltrado) para vencerlo. Este es en resumen el mensaje del Diario Espiritual. Al estudiar los escritos de Isabel Kindelmann nos damos cuenta de que respecto a la doctrina no hay nada nuevo. Todo lo que dice ya la Iglesia lo ha dicho. El problema fundamental de los discípulos de Cristo en el día de hoy es que no ponen en práctica lo que la Iglesia les ha enseñado para lograr su salvación eterna. Han perdido la fe en la Iglesia y, por lo tanto, en Jesucristo.

LA LLAMA DE AMOR: UN LLAMADO URGENTÍSIMO AL COMBATE ESPIRITUAL

En otras palabras: “la sal se ha vuelto insípida”, los cristianos han perdido gran parte de su “identidad” y están viviendo un cristianismo adulterado que no los conducirá a la salvación eterna de sus almas. La Virgen viene a enseñarnos a vivir como verdaderos cristianos. En eso consiste todo el contenido del Diario Espiritual: recuperar la identidad original del discípulo de Cristo por fa puesta en práctica de los elementos que han de conducirnos a ser - UNO con Él, es decir, a AMAR A DIOS. ¿Y lo original de la Llama de Amor? Está en que, por voluntad de Dios, a través del rezo del Santo Rosario, con la jaculatoria inserta: “derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad”, se derrama por intercesión de María sobre las familias, un torrente de gracias actuales que, por un lado, desenmascaran la presencia satánica y la van cegando hasta volverla inoperante y por otro restauran la verdadera identidad del cristiano: EL VIVIR EN LA GRACIA DE DIOS. Estamos frente a un llamado urgentísimo a cooperar con la Gracia de Dios que María Santísima nos hace para que asumamos el “combate espiritual” contra el príncipe de este mundo.

5. OBJETIVOS DE LA LLAMA DE AMOR 

¿Cuáles son los objetivos que tiene la Virgen María al darnos la gracia de la Llama de Amor? 

En primer lugar, proteger en nosotros el estado de GRACIA SANTIFICANTE. Por la Fe y el Bautismo somos transformados en hijos de Dios. Recibimos la vida divina. Hay una total transformación en nuestra alma: de la oscuridad del pecado pasamos a la luz de la Gracia, de la esclavitud de Satanás a la Libertad de Jesucristo, de la muerte del alma a la Vida Divina. El empeño fundamental de Satanás es hacernos regresar a su esclavitud. Las tinieblas lucharán todo el tiempo contra la Luz para arrastrarnos otra vez a la muerte y a la oscuridad, envolviendo así nuestras vidas en la amargura que proviene del pecado (Cfr. San Juan 1). El cristiano debe estar consciente de esta estrategia de Satanás. Si nos apartamos de la voluntad de Dios, caemos en el pecado mortal, perdemos la Gracia Santificante y en nuestra alma muere la Vida Divina. Volvemos a la muerte eterna a la que estábamos destinados como consecuencia del pecado original. Nos hacemos dignos de ir al infierno. La tentación en sus diversas formas nos asedia sin cesar. El cristiano siempre ha tenido a su disposición los instrumentos tradicionales para hacerle frente.

Sin embargo, los ataques contra nuestra salvación han arreciado en estos últimos tiempos de manera inconmensurable. Hoy infinidad de cristianos viven en situación permanente de pecado mortal, oponiéndose de manera consciente a la voluntad de Dios, y no dan importancia a este desastre espiritual. La Virgen María nos obtiene para estos últimos tiempos la gracia de la Llama de Amor con el fin de ayudarnos a preservar el ESTADO DE GRACIA SANTIFICANTE. El “efecto de gracia” que produce en nosotros la Llama de Amor es el arma que necesitamos hoy porque los ataques satánicos han sobrepasado toda medida y millones de personas que prácticamente han perdido la Fe están en grave peligro de condenación eterna. En segundo lugar, la Llama de Amor nos es dada para restaurar a la Familia en la GRACIA SANTIFICANTE. Jesús y María enseñan el camino que se debe seguir para obtener la renovación espiritual de los hogares católicos. Los esposos y padres que ponen en práctica las enseñanzas del Diario recuperan el sentido cristiano de su familia.

Hay infinidad de familias que viven también en pecado mortal (ateísmo, incredulidad, rechazo a Dios, uso de anticonceptivos, aborto, homosexualidad, divorcio, adulterio, idolatría del placer, del dinero, del poder, etc.) y no captan la gravedad de su estado, No es suficiente que la Llama de Amor se viva de manera individual. Es indispensable que se viva “en familia” y por todos los miembros. En tercer lugar, la Madre de Cristo nos lleva a recuperar algo que muchos cristianos han perdido de vista: el combate espiritual permanente contra el Demonio y sus huestes que están destruyendo a las familias y a la Iglesia. Este combate consiste en primer lugar en el sometimiento amoroso de los individuos y de las familias enteras a la Voluntad de Dios. En cuarto lugar, nos impulsa a un urgentísimo apostolado: transmitir esa Llama de Amor a otras familias. Así se encenderá el reguero de fuego que la Virgen ha profetizado y que terminará con el reino de Satanás sobre el mundo entero, El punto de partida para que la Iglesia salga de la crisis demoledora que la está destruyendo es la renovación espiritual de la familia y del clero.

Hay una gran indolencia y derrotismo ante el gigantesco abandono de la Fe, como si no hubiera solución y la batalla estuviese perdida. No reaccionaremos con energía si no comprendemos que la causa eficiente de estos males es la solapada acción diabólica actuando a nivel personal, familiar y social. Este discernimiento trascendental nos lo da la Virgen María en el Diario Espiritual y en otras de sus intervenciones. Estamos desorientados ante la situación actual porque ignoramos casi por completo cómo actúa Satanás. Hay una ceguera funcional en el clero y en consecuencia una pasividad pastoral que se limita a la predicación de la Palabra de Dios y deja de lado la Pastoral de liberación.

Jesús no solamente predicó la Palabra de Dios, sino que al mismo tiempo sanó las enfermedades del cuerpo y liberó a las almas de la opresión diabólica. La Llama de Amor es algo así como el agudo alarido de una sirena que rasga el tranquilo sopor en que vegetamos anunciando el peligro inminente. ¡Tenemos al enemigo en casa y no nos damos cuenta! ¡Nos está destruyendo y estamos tan resignados a la derrota que una victoria nos parece imposible! Cantidad de fieles tienen cáncer y les damos una aspirina pensando que no hay remedio para el problema. Sin embargo, la voz de la Virgen María se alza como un potentísimo llamado que nos despierta y reúne para el combate victorioso. Es necesario “cegar a Satanás” para que su aparente reino caiga hecho pedazos y se establezca en los corazones el Reino de Jesús. Esta derrota satánica tendrá lugar cuando los fieles católicos y sus familias enteras asuman el combate contra sus propios demonios con la Llama de Amor.

6. LA REVELACIÓN DE LA LLAMA DE AMOR

PRIMERA PARTE:

Isabel Kindelmann, nacida en Budapest, Hungría, en el año 1913, es el humilde instrumento que escogió la Virgen María para darnos la gracia de la Llama de Amor de su Inmaculado Corazón. UNA GRACIA extraordinaria, ofrecida a la Iglesia y a la Humanidad entera, y especialmente destinada a contrarrestar el terrible ataque diabólico de estos últimos tiempos contra los hogares y los seres humanos en general.

1) EL DIARIO ESPIRITUAL

El Diario de Isabel Kindelmann comienza contando la gran crisis espiritual que afecta su vida. Se trata de una madre de familia, viuda, con seis hijos, abrumada por la situación laboral y económica que vive en una Hungría de la postguerra, dominada por la Unión Soviética. La existencia de Isabel ha sido marcada por la pobreza y los sufrimientos. De niña vio morir a sus padres y a sus doce hermanitos. Quedó huérfana y desvalida a los doce años, sola en la vida, trabajando para no morirse de hambre. Ignorante, sin escuela. Experimentó sí la alegría de un matrimonio feliz, pero quedó viuda a los treinta y tres años. Pasa, de ser una madre dedicada exclusivamente al cuidado de sus seis hijos, a convertirse en obrera no calificada. Tiene que trabajar de sol a sombra en las fábricas, en condiciones difíciles, durante largos años, para sacar adelante a su familia. Hungría hay quedado devastada por las guerras y las luchas políticas. Católica practicante sufre muchas veces la discriminación en un régimen comunista que persigue a la Iglesia. Llega el momento en el que experimenta el peso del cansancio físico y de la sequedad espiritual. Oye la voz del maligno que la interpela, acosa y trata de hundirla en la desesperación. Isabel persevera a pesar de todo en la práctica de la vida cristiana. Se siente abandonada y rechazada por Dios. Nada de lo que hasta ahora ha vivido como cristiana fervorosa la consuela. Se trata de la noche oscura.

En 1961 Isabel tiene 48 años. Es en ese momento, en una fecha no determinada que inicia informalmente su Diario. Su alma sufre acerbamente y se queja a Dios. Oye entonces la voz de Jesús: Mira mi rostro y mi cuerpo torturado, ¿acaso no sufrí para salvar las almas? CREE EN MÍ Y ADORAME. RENUNCIA COMPLETAMENTE A TI MISMA. El Señor le pide la entrega total, el abandono de todo lo que la ata. La quiere completamente suya, desprendida del mundo: “Lo único que tiene valor ante mis ojos es que te entregues enteramente a Mí con absoluta confianza”. Isabel se irá desprendiendo con dolor, de todo lo que ella ama, hasta quedar prácticamente dependiente de sus hijos. El Señor le exige que sea enteramente pobre. “Que nada se interponga entre nosotros dos”. Jesús no le impone nada, solamente le pide una entera confianza en Él. La llama a participar de manera totalmente libre en los sufrimientos de su pasión.

¡Así tienes que vivir de hoy en adelante en la más grande humillación! Oye también la voz de la Virgen que le dice: “¡Adora, repara a mi Santo Hijo muchas veces ofendido!”

Jesús y María se convierten en los maestros de Isabel Kindelmann. La van a ir preparando para la gran misión que en breve pondrán en sus manos. El Diario es como una escuela de vida espiritual que nos introduce en lo esencial de la Fe católica. Se trata de una escuela difícil, dura, sacrificada en la que Isabel experimenta el miedo al sufrimiento: Al mismo - tiempo que va descubriendo su miseria personal, se va adentrando en la felicidad que implica la amistad íntima con Jesús y María. Se va dando cuenta sobre todo de los misteriosos sufrimientos de los Corazones de Jesús y de María causados por la condenación eterna de las almas. Jesús le pide: “Sumérgete en mi sagrada pasión”. Si algo nos revela este diario es que Jesús y María son perfectamente humanos. Él es, como nosotros, un verdadero hombre. Siente, sufre, ama, se emociona. Al mismo tiempo que transparenta su divina majestad, Jesús es uno de los nuestros. Igualmente, su Madre. María Santísima se nos presenta como una auténtica mujer de exquisita sensibilidad, una verdadera madre que experimenta los sufrimientos que toda madre tiene ante los dolores de sus hijos. Íntima e inseparablemente unida a Jesús, la Virgen tiene un solo objetivo, la salvación de las almas. A ese objetivo se podría reducir todo el misterio de la Llama de Amor de su inmaculado Corazón: Salvar las almas de la condenación eterna.

LA REVELACIÓN DE LA LLAMA DE AMOR

SEGUNDA PARTE:

El día 13 de abril de 1962, viernes de Dolores, María Santísima hace a Isabel la gran revelación: La Virgen me dijo sollozando: - “Hay tanto pecado en el país, mi hijita carmelita, ¡Ayúdame, salvémoslo!”

“Yo pongo un Haz de Luz en tus manos, es la Llama de Amor de mi Corazón. ¡A la Llama de Amor de mi Corazón añade tu amor y pásala otros, hijita mía!” “Yo soy vuestra Madre bondadosa y comprensiva y en unión con ustedes, les voy a salvar”. “Un nuevo instrumento quisiera poner en sus manos. Les pido encarecidamente que lo acepten con gran comprensión porque mi Corazón mira a mi país con aflicción. Toma, hija mía, esta Llama, tú eres la primera a quien la entrego. Es la Llama de Amor de mi Corazón. ¡Enciende con ella el tuyo y pásala a otros!”.

La Virgen Santísima sollozó tanto, cuenta Isabel, que apenas entendí lo que decía- “Con esta Llama llena de gracias que de mi Corazón les doy a ustedes, enciendan todos los Corazones en todo el país, pasándola de corazón a corazón. Este será el milagro que, convirtiéndose en un incendio, con su fulgor cegará a Satanás”. “Este es el fuego de amor de unión que alcancé del Padre Celestial por los méritos de las Llagas de Mi Hijo Santísimo”. Como todas las gracias extraordinarias de Dios, nos encontramos frente a un verdadero Misterio divino que Isabel irá poco a poco comprendiendo.

La Virgen nos habla de su Corazón. Jesús, su Hijo, es la Llama de Amor que arde dentro de su Corazón Inmaculado. Por ese motivo dice en primera persona: Yo pongo un haz de Luz en tus manos. Esa Llama es al mismo tiempo un haz de luz. Jesús es la Luz del mundo. Ella lo pone en las manos de Isabel. A esa Llama Isabel debe unir su propio amor y pasarlo a otros, para que se convierta en un reguero de pólvora y en un incendio que abrase la humanidad entera. Esa Llama es fruto de su Fiat pronunciado en total libertad el día de la Anunciación. Al mismo tiempo que es Madre de Dios, se presenta como nuestra Madre Espiritual, bondadosa y comprensiva que, en unión con nosotros, nos va a salvar. Se trata de un NUEVO INSTRUMENTO que Ella desea poner en nuestras manos para que lo utilicemos y lo pasemos a los demás. Nos pide encarecidamente que lo aceptemos como un regalo que es preciso comprender bien. Su corazón de Madre mira a “su país” (en este caso Hungría) con aflicción, pero en realidad nos habla de todos los países porque su maternidad es universal, La raíz de esta aflicción es la situación de pecado que se vive en Hungría y en el mundo entero. María entrega esta gracia extraordinaria a Isabel, le pide que encienda en primer lugar su corazón y que lo pase a los demás. Mientras se expresa así, la Virgen solloza grandemente, demostrando un infinito dolor. Es necesario encender todos los corazones. La Llama debe ser pasada de corazón a corazón.

La Virgen habla de un MILAGRO que consiste en la rapidez y eficacia con que la Llama de Amor se extenderá transformando a las personas. Ella habla de un reguero de pólvora. Se trata de la cantidad extraordinaria de conversiones que se darán como fruto de la acción del Inmaculado Corazón de María. No se trata tanto de milagros materiales cuanto, del milagro más importante, es decir, el cambio de vida, la conversión del corazón humano, La intervención de la Virgen cegará a Satanás; será una intervención tan poderosa que la podremos llamar “milagrosa”. Esta gracia super extraordinaria la ha alcanzado María del Padre Eterno por los méritos de las Santas Llagas de su Hijo. María en esta revelación pone en evidencia dos rasgos de su Vocación: Ella es Corredentora y Mediadora porque Ella obtiene y entrega. Corredentora porque íntimamente unida a los sufrimientos de su Hijo tiene una participación activa en la salvación de los hombres: “en unión con Uds. “los voy a salvar”,

III. LA REACCIÓN DE ISABEL.

Ante semejante revelación Isabel se siente completamente desbordada, impotente, por el momento ella no comprende la trascendencia de la propuesta de María Santísima, pero en cierto modo capta la enorme responsabilidad que cae sobre sus hombros. Se siente indigna y además incapaz. Viene a nuestro recuerdo el caso del profeta Jeremías (Jer 1,6). Ante la llamada de Dios vacila agobiado antes de rendirse al querer divino. Así también Isabel termina doblegándose a la voluntad de Dios, confiando en la promesa de María:

S.V.- “Estaré contigo, mi pequeña hija carmelita, y te estrecho a mi Corazón”.

Isabel intuye que esta llamada viene directamente de la Santísima Trinidad, María es un instrumento del Padre Celestial. La Llama de Amor brota del Corazón del Padre Eterno. Es un designio salvífico para los últimos tiempos. La actuación de María Santísima está implícita en su vocación de Madre de Dios y Madre Espiritual de los hombres.

Nos dice Isabel:

“Mientras Ella hablaba, comprendí por una Gracia maravillosa suya, en qué medida la voluntad de la Santísima Virgen está unida a la del Padre Eterno, de su Divino Hijo, y de Dios Espíritu Santo”. La situación es urgente, no hay tiempo que perder, las almas están en grave peligro de condenación. Las órdenes de María son perentorias: “No seas cobarde, hijita mía, ¡ponte en marcha cuanto antes!”. La Virgen quiere que desde el inicio los sacerdotes estén totalmente involucrados en la entrega de la Llama de Amor. A partir de los santuarios y de las Parroquias dedicadas a Ella, la Llama de Amor debe llegar a los hogares.

La Virgen explica la sencilla ceremonia de transmisión de la Llama de Amor.

“Lleva dos velas, enciende primero tu pequeña vela y con su llama enciende la otra. Luego pásala a mi querido hijo. Él va a propagarla entre mis doce devotos más insignes”. “Una vez que se hayan reunido los doce sacerdotes, comiencen simultáneamente, en doce templos a Mí dedicados, esta devoción. Entreguen la vela encendida que han recibido en esta ceremonia unos a otros, llévenla a casa y comiencen la oración en familia con este mismo rito. Si su fervor no decae, me consolaré”.

Transmitir la Llama de Amor es una misión sublime y conmovedora. La Santísima Virgen prometió que estará con nosotros para que la pequeña Llama se propague como un reguero de pólvora. “Yo estaré con ustedes y los inundaré con gracias muy especiales”. Comienza un período de grandes dificultades y sufrimientos. Nuestra Señora le había profetizado que iban a surgir en contra de la Llama de Amor numerosos obstáculos que serían causa de muchos dolores, Isabel va a tratar de transmitir este mensaje de María Santísima, pero no pocas dificultades se le presentan, sobre todo la incredulidad y miedo de parte de los sacerdotes. Mucho tendrá que sufrir Isabel, Igual que Jeremías, para llevar adelante el propósito divino.  María viene en su auxilio animándola con sus promesas:

“Di a quienes incumbe que no tengan miedo, que confíen en MÍ. Con mi manto maternal, Yo misma les defenderé. “Que los ocho santuarios más concurridos del país y en cuatro iglesias a MÍ dedicados en la capital, comiencen simultáneamente esta devoción: La entrega de mi Llama de Amor”. “Que ardas en deseos, mi hijita carmelita, de hacer sacrificios. Alimenta sin cesar la Llama de mi Amor con tus sufrimientos”.

En Fátima el Inmaculado Corazón de María reafirma a un mundo incrédulo que niega la Vida Eterna, la existencia del Demonio y del Infierno. En Budapest, Hungría, ese mismo inmaculado Corazón nos revela que Satanás quiere llevar al infierno al mayor número posible de almas, pero que Ella ha obtenido del Padre Eterno el instrumento para destruir la obra de Satanás: la Llama de Amor de su Inmaculado Corazón. Ella nos llama a todos, en la persona de Isabel Kindelmann, a convertirnos en propagadores «de esa Llama que dejará ciego y vencido al arrogante príncipe de este mundo. 

7. LA VIRGEN EMPRENDE EL MOVIMIENTO DE LA LLAMA DE AMOR

“Desde que el Verbo de Dios se hizo Carne, no he emprendido Yo un MOVIMIENTO MÁS GRANDE que este de la LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN, que salta hacia ustedes. Hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás, y de ustedes depende que no lo rechacen, porque eso traería consigo una gran ruina”. (1 de agosto de 1962) Con estas palabras la Virgen María revela que es Ella misma la que ha creado y está impulsando el Movimiento de la Llama de Amor.

Sus palabras son verdaderamente impresionantes y debemos darles la importancia que se merecen. Desde que el Verbo de Dios se encarnó hasta nuestros días “no ha emprendido la Madre de Dios y de la Iglesia un movimiento más grande que este. No ha habido nada que tanto ciegue a Satanás”. Bastan estas palabras para hacernos comprender que nos encontramos en la gran batalla de los últimos tiempos entre la Mujer y el Dragón. En gran parte, la victoria de la Virgen sobre Satanás depende de nosotros en el sentido de que cada persona es libré de responder o no a su llamado. Si nos comprometemos en expandir la gracia extraordinaria que María nos ofrece, el Demonio quedará ciego en poco tiempo y la Paz vendrá al mundo. Si somos negligentes y por nuestra falta de confianza y fe en el poder de la Virgen quedamos en la indolencia y en la indiferencia, entonces la agonía del mundo se “prolongará indefinidamente”.

La Devoción a la Llama de Amor no tiene como objetivo “rezar” o “hacer cosas” sino abrir a todos los seres humanos el camino de una vida de profunda intimidad con Dios. Consiste esencialmente en un encuentro vivo con Jesucristo que nos lleve a arder en el fuego del Espíritu Santo. Si la Virgen se ha preocupado por darnos este mensaje de la Llama de Amor, debemos responder a sus deseos con gran entusiasmo. Si no lo damos a conocer, muchísimas personas perderán la oportunidad de utilizar en el combate espiritual contra Satanás el nuevo instrumento eficaz que es la Llama de Amor. La Virgen lo dijo en Fátima: Al final mi Inmaculado Corazón triunfará. El triunfo de la Virgen depende en gran parte de nuestra generosidad.

8. UN MENSAJE DE EXTREMA URGENCIA

El mensaje entregado por María Santísima a Isabel, madre de familia, es de extremada urgencia para el mundo entero: “A través de ti quiero hacer pública, mi hijita Carmelita, la angustia que brota del amor sin límites de mi Corazón maternal, por el peligro que amenaza al mundo entero por la desintegración de los santuarios familiares. Mi grito de socorro maternal lo dirijo ante todo a ustedes y en unión con ustedes quiero salvar al mundo”. La Madre de Dios siente angustia en su Corazón. La angustia se define como un “estado de intranquilidad muy intenso causado por la amenaza de una gran desgracia o de un gran peligro”. En el caso de María, la raíz de esa angustia es el amor sin límites de su Corazón maternal. Ella señala un peligro muy grave que amenaza al mundo entero por la desintegración de las familias. Pero, ¿cuál es el peligro que hace sufrir tanto a la Virgen María? No habla específicamente de catástrofes extraordinarias como terremotos, incendios, inundaciones, hambrunas, pestes, guerras… Ella habla sobre todo del peligro de “condenación eterna de las almas causado” por la “desintegración de los Santuarios familiares” En el designio divino, cada familia debe ser un “Santuario”, es decir, un lugar de santidad en el que se dé gloria a Dios” y las almas se preparen para entrar en la Vida Eterna. Por lo tanto, la desintegración no consiste solo en que se separen los cónyuges por el divorcio y dejen a los hijos sin hogar, sino que la verdadera desintegración consiste en el rechazo que las familias hacen al Plan de Dios sobre ellas: la Santificación de las almas en el interior de las familias.

María declara solemnemente y con énfasis que esa desintegración, esa perversión del corazón de las familias, es producto de un plan diabólico. Es algo premeditado, organizado, estructurado sistemáticamente por inteligencias espirituales, diabólicas y con la colaboración consciente e inconsciente de seres humanos ciegos y pervertidos. “Satanás con fuerza rabiosa quiere destrozar las familias”. “Oh, las familias destrozadas, ¡cuántos pecados acarrean en contra de Mí”!

La verdadera causa de la desintegración de la familia a nivel mundial es “la situación de pecado en que están viviendo”. Por el pecado entró la muerte al mundo, por el pecado entra en una familia, la desintegración. El pecado es ante todo la negación de los derechos de Dios sobre su criatura. Eso se traduce en un rechazo a Dios y a su Ley. Hemos visto cómo países de antigua cristiandad han ido perdiendo la Fe Católica hasta convertirse prácticamente en indiferentes a la existencia de Dios, Este rechazo de Dios tiene una consecuencia muy grave para el destino del hombre. Como dice la epístola a los Romanos:

“Y así como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen: Están llenos de toda injusticia, maldad (perversidad), avaricia y malicia, llenos de envidia, homicidios, pleitos, engaños, y malignidad. Son chismosos, detractores (calumniadores), aborrecedores (enemigos) de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos (arrogantes), inventores de lo malo, desobedientes (rebeldes) a los padres, sin entendimiento, indignos de confianza (desleales), sin amor, despiadados. Ellos, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican” (Rom 1,28-32)

Y la misma Palabra de Dios nos dice que “Él pagara a cada uno conforme a sus obras: a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación” (Rom 2,8).

Nos hemos acostumbrado al pecado. Estamos tan ciegos que no nos damos cuenta de que monstruosidades tales como la anticoncepción, el aborto, la sodomía, el adulterio, la manipulación de la vida, las guerras, etc. van contra el Plan de Dios, son pecado y, por lo tanto, merecen castigo.

El problema está en ¿cómo revertir la avalancha que está destruyendo las bases de la familia a un nivel universal? La respuesta que da la Virgen está en la Llama de Amor de su inmaculado Corazón. “Cegar los ojos de Satanás es el principal y único fin de la Llama de Amor de la Santísima Virgen, de la cual Ella dijo que una efusión de gracia tan grande como esta todavía no se derramó sobre la tierra desde que el Verbo se encarnó” (DE 230). La familia ocupa el primer lugar en el combate espiritual contra el maligno.

En la Devoción a la Llama de Amor encontramos un método de lucha muy eficaz contra el mundo de las tinieblas, cuando una familia comienza el camino de la Llama de Amor, se inicia un proceso de enceguecimiento de los ojos del Demonio y la pérdida de su poder sobre los miembros del hogar. Cada familia debe convertirse en un lugar de santidad donde los padres de familia anuncien el Evangelio a sus hijos y al mismo tiempo ejerzan el ministerio de sanación y liberación que les corresponde por Ley natural. La Llama de Amor es el poder del inmaculado Corazón de María, actuando en el interior de las familias para establecer en ellas el Reinado del Corazón de Jesús.

9. UN MENSAJE QUE DIGNIFICA A LA MUJER

Lo primero que Satanás hizo fue pervertir el corazón de Eva (Gn.3,1-7) Bien sabía el Demonio que en el plan de Dios la Mujer era la parte más íntima del hombre (Gn. 1,27-28; 3,23), Comprendió que, si inoculaba en la primera hija de Dios el germen del pecado, fácilmente arrastraría a Adán lejos del Plan de Dios, y no solamente a Adán, sino también a toda la tierra (Gn.1,29-30). El hombre, nacido de mujer (Job 15,14; 25,4) nace herido. El pecado destruye el plan de Dios e introduce en la familia el desorden: la maternidad de la mujer se hace en el dolor (Gn 3,16) y el hombre se le impone con violencia hasta hacer de la mujer su propiedad, (Gn 4,19-24) como si se tratara de un objeto. Es Dios mismo quien va a intervenir para salvar al hombre y a la mujer del dominio de Satanás. Lo hará a través de la Mujer. Se enfrenta el Señor con la serpiente y la pone bajo el pie de la Mujer: “pondré enemistad entre ti y la Mujer... Ella (su descendencia) te aplastará la cabeza (Gn 3,15). Es en Jesucristo, nacido de Mujer, que se cumplirá está profecía (Gal 4,4).

La Iglesia nos enseña a ver en esa Mujer que aplasta la cabeza de la serpiente a la Virgen María. El mensaje de la Llama de Amor nos remite a este tremendo drama que vivimos los descendientes de Adán y Eva: el pecado original y sus consecuencias sobre toda la humanidad. Este drama se vive de manera muy especial en el interior de la familia. El plan de Dios para poblar el Cielo tiene su raíz en la íntima relación del hombre y la mujer: el hogar. Los cónyuges son los instrumentos privilegiados de Dios para preparar las almas para la Vida Eterna. Si el hogar es un Santuario en donde Dios reina, los hijos fácilmente encontrarán el camino del Cielo; si la familia es un lugar en donde reina Satanás, las almas estarán en grave peligro de condenación. Por esa razón el Demonio busca por todos los medios pervertir a la familia. Quiere reinar en ella para destrozar el Plan de Dios y arrastrar al mayor número de almas al infierno.

El Diario Espiritual trae un mensaje destinado a todas las mujeres, y especialmente a aquellas que son madres: la vocación de las madres de familia es comprable a la más alta dignidad sacerdotal. “Entiendan ustedes, madres de familia, la sublime vocación que les he confiado. Ustedes son las llamadas a poblar mi Reino y llenar los puestos de los ángeles caídos. De su Corazón, de su regazo, parte cada paso de mi Santa Madre Iglesia”. Mi Reino va creciendo en la medida en que ustedes, madres, se ocupan de las almas creadas. Ustedes tienen el trabajo más grande y que reclama mayor responsabilidad. Sean plenamente conscientes de que he puesto en las manos de ustedes el trabajo de conducir multitud de almas a la salvación, A esta vocación de la mujer corresponde una especial bendición dada a los esposos:

Por su parte, los padres de familia (los varones), merecen una bendición especial, única que solamente se puede dar a ellos porque colaboran con Dios en la obra de la creación. Cuando un niño nace, Dios derrama gracias extraordinarias sobre la familia. Hombre y mujer están estrechamente unidos por esa bendición en la realización del plan de Dios. El feminismo ateo, producto de las ideologías materialistas, denigra la maternidad y la considera como algo despreciable. La maternidad, según la visión cristiana, es una inmensa gracia de Dios; las madres de familia que traen al mundo los hijos y los educan en los caminos del Señor son merecedoras del más profundo respeto y dignidad.

10. TOMA HIJA MÍA ESTA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN 

El 13 de abril de 1962 Isabel oye por primera vez en su corazón la voz de la Virgen. Es el viernes de Dolores. Siente en lo profundo de su alma la pena indecible y el sollozo de la Madre Dolorosa. María le dice: “Yo pongo un Haz de Luz en tus manos, es la Llama de Amor de Mi Corazón. ¡A la Llama de Amor de Mi Corazón añade tu amor y pásala a otros, hijita mía!”.  “Toma, hija mía, esta Llama de Amor de Mi Corazón ¡Enciende con ella el tuyo y pásala a otros!”.

Esta es la dinámica de la Virgen. Ella entrega, nosotros recibimos, encendemos con esa Llama nuestro corazón e inmediatamente lo pasamos a otros corazones. Así se establece el “reguero de pólvora”. “Con esta Llama llena de gracias que de Mi Corazón les doy a ustedes, enciendan todos los corazones de todo el país pasándola de corazón a corazón. Este será el Milagro, que convirtiéndose en un incendio con su fulgor cegará a Satanás. Este es el fuego de Amor de unión que alcancé del Padre Celestial por los méritos de las Llagas de Mi Hijo Santísimo”. La estrategia de la Virgen para vencer a Satanás es muy simple: enciende tu corazón y enciende con esa Llama los corazones de los que te rodean. Pasa la Llama, no la guardes solo para ti.

Ese es el Milagro de la Virgen: un incendio que cegará a Satanás. María nos habla de un “nuevo instrumento” y nos pide “encarecidamente que lo aceptemos con gran comprensión”. Ella “pone en nuestras” manos ese instrumento, es decir, nos hace responsables de los frutos que ese instrumento puede producir: la salvación de las almas. Esa Llama arde con extrema fuerza en el Inmaculado Corazón de María. Es tan grande que no puede contenerla más tiempo y con fuerza explosiva salta hacia nosotros. No solo luz, sino también calor, quiere derramar sobre nosotros con toda su fuerza. El Amor que brota del Corazón de María hará explotar el odio satánico que contamina el mundo. “Algo parecido a esto no ha existido todavía. Este es el mayor milagro que ahora hago con ustedes”.

El don de la Llama de Amor provoca en Satanás una terrible furia; no se queda con los brazos cruzados, sino que reacciona con violencia para impedir que la Llama se extienda. La Virgen dice: “¡Entren en la batalla, los vencedores seremos nosotros! Mi llama de Amor cegará a Satanás en la misma medida en que ustedes la propaguen en el mundo entero. Mi Llama de Amor hará milagros en lo profundo de los corazones”. Dos son los polos de expansión de la Llama de Amor: a) “De corazón a corazón” y  b) de los “ocho santuarios más concurridos del país y en cuatro iglesias a MÍ dedicadas en la capital comiencen simultáneamente esta devoción: La entrega de mi Llama de Amor”.

La Virgen pone en estrecha relación la responsabilidad personal y la pastoral oficial de la Iglesia en el proceso de transmitir la Llama de Amor. Ella escoge a doce sacerdotes que serán sus instrumentos privilegiados para entregar a través de un rito muy sencillo pero muy significativo el fuego de su inmaculado Corazón a Hungría, que representa a cada país. Además, este signo está en estrecha dependencia de la Jerarquía porque lo primero que la Virgen y Jesús piden a Isabel es informar al obispo y ponerse en obediencia con los legítimos pastores, el primero de ellos, el Papa. La gracia de la Llama de Amor es eminentemente eclesial; no se trata de una devoción privada.

La Iglesia universal debe entregar de manera oficial la Llama de Amor una vez que el Papa la haya reconocido como un don para todo el pueblo de Dios. Se trata de un Instrumento privilegiado que todos los cristianos (y toda la Humanidad) deberán utilizar contra Satanás en el gran combate de los últimos tiempos. El meollo de la Llama de Amor, su “Secreto” es lo que la Virgen llama “Milagro”. Consiste en una intervención extraordinaria de Ella en el fondo de los “corazones” que los lleva a la conversión. No habla de milagros externos o cosas portentosas o favores materiales. Lo fundamental en la Llama de Amor es el arrepentimiento sincero del pecado y la reparación exigida por la justicia divina. Este es el Milagro que como un reguero de pólvora ha de ir conquistando a cada corazón y a cada familia para que el mundo se encienda como una inmensa hoguera en el fuego del Espíritu Santo. Estos dos elementos: Arrepentimiento del pecado y reparación del pecado son elementos permanentes en todas las intervenciones del Cielo en estos últimos tiempos: Sagrado Corazón, Medalla Milagrosa, Lourdes, La Salette, Fátima, etc.  El origen y la fuerza extraordinaria de este Milagro son las cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo, por medio de las cuales la Virgen obtuvo del Padre Eterno la gracia de la Llama de Amor. La Sangre de Cristo destruye la obra de Satanás y aquellos que acogen la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María.

11. EL PRIMER CAMPO DE EVANGELIZACIÓN ES LA FAMILIA

En el Diario Espiritual, la Virgen María explica el ataque a nivel mundial que se está dando contra la institución de la Familia. Lo denuncia como obra de Satanás. La civilización cristiana se basa en un estilo de familia que tiene su fundamento en la Palabra de Dios. La carta a los Efesios 5,6-4 nos describe cómo debe ser la familia: centrada en Cristo, constituida por un hombre y una mujer, imagen de la Iglesia, templo santo de Dios. Frente a esta concepción se yergue desafiante el programa de descristianización promovido por grupos de presión ideológicos y políticos económicamente muy poderosos que se han apoderado de la ONU y tienen como objetivo erradicar la influencia de la Iglesia sobre el mundo. Ellos influyen sistemáticamente en todos los países para que sean promulgadas leyes favorables al divorcio, al amor libre, a la anticoncepción, al aborto, al libertinaje sexual, a “diversos tipos de familia” (matrimonio homosexual), etc.


Esta ideología lleva a las almas a la condenación eterna porque se opone radicalmente al plan de Dios sobre la familia (Mt 4,38-39). Nuestra Señora quiere que nos demos cuenta de lo que está pasando en el mundo, que abramos los ojos: el Demonio quiere reinar en las familias para conducir a la condenación eterna el mayor número posible de almas. El objetivo de la Llama de Amor es hacer frente a este caos promovido intencionalmente por los políticos que pertenecen al mundo de las tinieblas. Se trata de la reevangelización de las familias cristianas. Jesucristo le dice a Isabel “Tu principal trabajo misionero seguirá siendo tu propia familia.


Tu familia es el punto de partida de tu misión” (DE99). El combate espiritual (Ef 6,11-21) contra Satanás se sitúa en primer lugar en el interior de la familia. Los esposos deben asumir las responsabilidades matrimoniales de verdaderos pastores espirituales de los suyos: “Yo y mi familia serviremos al Señor” (Jos 24,15). La Virgen pone el dedo en la llaga y le dice a Isabel: “Hay muchas familias en tu país como la tuya: muy frías. A estas y a las demás quiero llenarlas de calor con la Llama de Amor de mi Corazón, ¡sufro tanto a causa de las almas que se pierden!” (DE133). No basta para salvarse, llevar un estilo de vida familiar mediocre; hay que pasar de la frialdad al fervor. Ese es el “método” de la Llama de Amor. A quienes en primer lugar hay que traspasar la Llama es a los miembros de la propia familia (DE48).“Entreguen la vela encendida que han recibido en esta ceremonia unos a otros, llévenla a casa, y comiencen la oración en familia con este mismo ritmo” (DE49). Esto implica a veces una lucha tremenda en el interior de aquellas familias que desde su inicio han caminado “fuera de Cristo” y están atadas por los lazos del maligno: frialdad, incredulidad, infidelidad, diversos vicios (alcoholismo, drogas, juego, holgazanería…) rebeldía en los hijos, indolencia espiritual, etc.


Los espíritus malignos crean una gran resistencia en los corazones. Es precisamente en estas circunstancias difíciles cuando hay que creer y confiar en las palabras de la Virgen: Ella cegará a Satanás. “Es su poderosa intercesión que alcanzó de MÍ para las familias, esta efusión de gracias con que ahora quiere inundar la Tierra. Como Ella dijo: Nada comparable a esto ha habido desde que el Verbo se encarnó. Pone a la raíz del mal la fuerza curativa de su bondad maternal”. “Pasando de corazón en corazón, pone en sus manos la Llama de Amor de su Corazón que, por medio de sus oraciones acompañadas de sacrificios, cegará a Satanás que quiere reinar en las familias” (DE213). “Tienen que empeñarse en cegar a Satanás. Las fuerzas aunadas del mundo entero se necesitan para lograrlo. No se retarden porque un día tendrán que responder del trabajo que se les había confiado, de un mar de almas. ¡Quiero que ningún alma se condene! Porque Satanás quedará ciego en la medida en que ustedes trabajan en contra de él” (DE207).


Es necesario que cada familia católica acoja generosamente la Llama Sagrada y que la viva intensamente para que-se propague con rapidez en todo el mundo tal como lo desea, pide y exige la Virgen María. “Como Satanás está ahora impotente, ciego, los espíritus malignos están mirando tiesos e inactivos como si se hallaran en un letargo. No saben qué ha pasado, Satanás ha dejado de darles órdenes. Y mientras las almas se liberan del dominio del maligno, han hecho buenos propósitos, contrarios a la desidia” (DE82). No puede haber evangelización de las familias si no se toma conciencia de la acción nefasta de los espíritus malignos en el interior del hogar. Cristo ha venido para destruir las obras de Satanás. La Llama de Amor es el gran instrumento dado por Dios a las familias católicas y no católicas para vencer al Enemigo malo y transformar los hogares en “verdaderos Santuarios”.




12. CRISTO HA VENIDO A DESTRUIR LAS OBRAS DE SATANÁS EN EL INTERIOR DE LA FAMILIA

La Devoción a la Llama de Amor no es simplemente rezar el Rosario y hacer un Cenáculo de Oración. El propósito de este mensaje de María Santísima es que junto a Ella combatamos al Demonio en nuestra propia persona, en nuestra familia y más allá de nuestra familia hasta los confines de la Humanidad. De nada sirve decir que “amamos a la Virgen” si no llevamos adelante sus propósitos ni ponemos en práctica sus enseñanzas, El objetivo de la Virgen es nuestra salvación. La restauración de la familia católica es el punto de partida del Plan de Nuestra Señora para que se “derrame el efecto de gracia sobre toda la Humanidad”. Si la familia católica se vuelve “insípida”, como dice la parábola, ¿para qué sirve? De hecho, las familias católicas lo dicen la Virgen a Isabel “están MUY FRÍAS”. Esta situación de FRIALDAD ESPIRITUAL constituye para María un gran dolor porque “las almas se están perdiendo”. Esos dolores torturan su Corazón de Madre y el Corazón de su Santo Hijo.


Hay un terrible propósito que el Príncipe de este mundo y “sus servidores” tratan de llevar adelante con todas sus fuerzas: la descristianización de la Iglesia. Debemos tomar muy en serio las advertencias de San Pablo (Ef 6,10-20): “Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo, porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes (gobernantes) de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes”. El grandísimo problema está en que la inmensa mayoría de las familias católicas (y no digamos las demás) no están conscientes de este Plan demoníaco.


La Virgen viene a abrirnos los ojos para que entendamos que el desastre que agobia a la Familia es producto de una “reingeniería social” promovida sistemáticamente por los “poderes políticos” que están gobernando el mundo. La manera de contrarrestar exitosamente esta labor satánica es convertir la gracia de la Llama de Amor en un “reguero de pólvora que inflame a toda la humanidad” para “cegar a Satanás” tal como lo pide la Virgen. Eso depende en gran parte de nosotros y en especial de los padres de familia católicos. Es una MISIÓN que la Virgen nos da, en particular a las madres de familia. La lucha de la Mujer del Génesis y del Apocalipsis (Gn 3,15; Ap 12) contra la Serpiente y el Dragón se debe dar en el interior de cada familia católica. “Oh, las familias destrozadas —nos dice María— repara y sufre por ellas”. “Satanás con fuerza rabiosa quiere destrozar las familias”. Todos en cada familia católica debemos “ponernos la coraza” (Ef 6,10-16) y combatir al enemigo en el interior del hogar. La Virgen tiene su método para lograrlo. Hay que aprender ese método y aplicarlo sistemáticamente a la vida personal, a la vida familiar y a la vida social. Está explicado en el Diario Espiritual, en primer lugar, hay que CREER FIRMEMENTE EN ELLA. Tomar muy en serio sus enseñanzas, ponerlas en práctica.


Es voluntad de Dios que se extienda en el mundo la Devoción a su Inmaculado Corazón, porque es el Instrumento a través del cual el Señor salvará a la Humanidad. En la Medalla Milagrosa se ve cómo la Serpiente que muerde al globo terráqueo es aplastada por el pie de la Virgen. Cantidad de familias que se dicen católicas son en realidad “familias paganas”, “familias en las que Cristo no Reina”. Se contentan con una devoción mariana superficial y no pasan al compromiso del “combate espiritual”, La Virgen se queja de esto:


“¡Ayúdenme! Satanás está barriendo vertiginosamente las almas. ¿Por qué no se esfuerzan ustedes en impedirlo con todas sus fuerzas y a la mayor brevedad posible?


Mi alma se consume de dolor porque tengo que mirar cómo se condenan muchas almas”.


Es indispensable que aprendamos a ver (discernir) la acción de Satanás en nuestra vida personal, familiar y social para que podamos luchar contra ella. Si no lo hacemos, somos como ciegos que nos vamos tropezando a cada momento con los obstáculos del camino. Jesús le dice a Isabel: “¡Cuidado, hija mía! Renuncia enteramente a ti misma. Entrégate enteramente a MÍ. Sabes lo mucho que me preocupa a fin de que nada malo te pase a ti. ¡Cuídate! El maligno quiere penetrar desapercibidamente en tu alma y como un animal de rapiña chupar las fuerzas de tu alma”. San Pedro nos advierte (1 Pe 5,8) que el Demonio como un león rugiente da vueltas en torno a nosotros buscando. Cómo devorarnos. Hay infinidad de padres de familia católicos que están ciegos y no se dan cuenta de que su familia está siendo “devorada” espiritualmente por el león. El primer fruto de la Llama de Amor es “abrirnos los ojos” para que podamos ver, distinguir, la acción del maligno en el interior del hogar. El segundo fruto es el cegamiento del maligno y la victoria contra el Enemigo. 


13. LA FAMILIA CATÓLICA RENOVADA PUNTO DE PARTIDA DE LA EVANGELIZACIÓN DE TODAS LAS FAMILIAS DEL MUNDO.

El concepto “católico” tiene varios significados. A lo largo de veinte siglos se ha ido estableciendo su comprensión. Fundamentalmente católico significa aquello que engloba “lo uno y lo otro”. Lo judío y lo gentil. Aquella religión a la que están llamados los judíos y los gentiles. Los judíos dividían el mundo en dos partes irreconciliables. Los judíos, que profesaban la religión de Moisés y los no judíos o gentiles, los “paganos”, que profesaban innumerables religiones. Para los judíos solamente ellos eran el Pueblo de Dios, el pueblo de salvación. Había una oposición insuperable, Los paganos estaban condenados. Jesús, con su muerte y resurrección, sobrepasa esa división y llama tanto a los judíos como a los no judíos a seguirlo. Así aparece el cristianismo: los seguidores de Cristo. Todos debemos seguir a Jesús porque Él es el único camino de salvación. La religión que Jesús funda es la religión destinada a todos los pueblos por voluntad de Dios, ya que Jesús es el único salvador. De allí que la palabra “católico/ católica” se haya considerado sinónimo de “universal”, “para todos”. Dios nos llama a todos sus hijos a seguir a Jesús, a formar parte de su Asamblea o Ecclesia (Iglesia) porque es el único camino para llegar al Padre. Al ascender a los Cielos, Jesús nos deja a Pedro y a los once apóstoles como los responsables de esta Iglesia naciente que debe ¡levar a todos los hombres la salvación!


La historia nos dice que con el correr de los siglos esta Iglesia de Cristo ha estado sometida a muchas vicisitudes ocasionadas por las incomprensiones de sus miembros. Pleitos y contiendas de todo tipo terminaron por crear divisiones. Hoy tenemos Católicos, Ortodoxos, Protestantes que siguen a Jesús. Esas divisiones no vienen del Señor, hieren su Corazón. Lo maravilloso es que, para Jesús, es su Iglesia. Misteriosamente, más allá de nuestra comprensión intelectual, el Señor actúa salvando al hombre a posar de estas divisiones. En el Diario Espiritual la Virgen María no hace ninguna alusión a estas divisiones en el Cuerpo de su Hijo. Ella dice que su Llama de Amor es para todos los bautizados y para los no bautizados, para toda la humanidad, porque todos los seres humanos somos sus hijos.


Nuestra Señora habla a Isabel, una mujer católica, cuyo abuelo era pastor protestante y su propio padre era también protestante, pero que terminó convirtiéndose a la Fe católica. El Concilio Vaticano ll tiene como uno de sus principales objetivos sobrepasar las divisiones que separan a los cristianos promoviendo la unidad. A lo largo de todo el Diario, las enseñanzas tanto de Nuestro Señor como las de su Madre Santísima van modelando lo que debe ser una familia según Jesucristo. A ese ideal deben aspirar todas las familias humanas, provengan del catolicismo, de la ortodoxia, del protestantismo o del no cristianismo, porque el objetivo de la Llama de Amor es salvar las almas liberándolas de la acción de Satanás.


La gracia de la Llama de Amor es PARA TODA LA HUMANIDAD, porque el Demonio ataca parejo a todos los seres humanos, sin distinción de religión, de nacionalidad, de sexo, de raza, de cultura, etc. La Virgen sobrepasa todos los temas controversiales que han roto la unidad del Cuerpo de Cristo para ponernos frente a lo esencial: Satanás quiere reinar en las familias, quiere llevar a la condenación eterna el mayor número de almas. El Demonio está lanzando contra cada hombre un ataque sin precedentes. Sabe que le queda poco tiempo. El punto que resuelve todas las contradicciones. Es el grandioso poder de intercesión de la Virgen María. Ella hace que el EFECTO DE GRACIA llegue misteriosamente a TODOS los hombres, a TODA LA HUMANIDAD (Jn 1,4; 9,16).


Cuando la Madre de Dios dice que hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás desde la Encarnación del Verbo, nos revela que Ella obtuvo de la Santísima Trinidad para nuestro tiempo una gracia super extraordinaria: la Llama de Amor. Por su intervención materna recibimos el instrumento para cegar a Satanás. Todo aquel que acoja su Llama de Amor vencerá a Satanás. Nos encontramos entonces con el INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA revelado en FÁTIMA. “Dios quiere establecer en el mundo la Devoción a mi Inmaculado Corazón”. María es la última tabla de salvación para los pecadores (todos los hombres). Eso no significa que sea María quien nos salva, sino que Ella es el INSTRUMENTO PRIVILEGIADO DE DIOS PARA TRAERNOS LA SALVACIÓN: SU HIJO JESÚS. Es necesario que leamos con mucha atención los mensajes de Fátima, Pontevedra, Tuy, Rianjo, las memorias de Sor Lucía de Fátima y sus entrevistas (al P. Agustín Fuentes) para comprender la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María. En el Diario Nuestra Señora va iluminando los elementos que las familias católicas deben vivir intensamente para que se conviertan en punto de partida de la conversión de todas las familias no católicas y no cristianas. La Virgen pide que todas las familias católicas se conviertan en familias santas (Santuarios) que intercedan junto con Ella por la salvación de toda la Humanidad. El rezo del Santo Rosario en familia queda como el arma principal en esta lucha. 


14. LOS PASOS DE LA LLAMA DE AMOR PARA RENOVAR LA FAMILIA CATÓLICA

PASO l: ACOGER LA LLAMA DE AMOR

En la primera comunicación que María Santísima hace a Isabel Kindelmann le entrega la Llama de Amor. Es el 13 de abril de 1962, Viernes de Dolores. La Virgen solloza del dolor. La abundancia del pecado en el país es el motivo de tanto sufrimiento, Ella le pide ayuda a Isabel: “¡ayúdame, salvémoslo!” Acto seguido le “pone un Haz de Luz” en las manos. Es su Llama de Amor, Notemos que no se lo pone en el corazón sino “en las manos”. Le dice: “Un nuevo instrumento quisiera poner en sus manos”. “Les pido encarecidamente que lo acepten con gran comprensión porque Mi Corazón mira a mi país con aflicción”. Debemos recalcar dos cosas: primero, que la Llama de Amor es un INSTRUMENTO con el cual debemos trabajar. Por eso la Virgen se lo pone en las manos, para que comprendamos la gran responsabilidad que tenemos de UTILIZARLO en la lucha contra el Príncipe de este mundo. En segundo lugar, debemos ACEPTARLO con gran comprensión, es decir, debemos darnos cuenta del poder que tiene este instrumento para lograr su objetivo: cegar a Satanás, derrotarlo. ACEPTARLO Y UTILIZARLO de manera consciente y perseverante para que el Instrumento cumpla su cometido. Ese instrumento debe ser transmitido a otros, no podemos enterrarlo.


Si la Llama de Amor no es comprendida como instrumento de lucha eficaz contra Satanás, queda reducida a una simple devoción popular. Y este es el peligro. No la comprenderíamos, ¿Para qué iba a darnos la Virgen María una fórmula que modifique el Rosario? ¿Acaso el Rosario tradicional no es ya suficientemente poderoso? Ella nos habla de “UN MILAGRO que convirtiéndose en un INCENDIO con su fulgor CEGARÁ A SATANÁS”. Se trata de un “FUEGO DE AMOR DE UNIÓN” que Ella alcanzó del Padre Celestial por los méritos de las Llagas de su Hijo Santísimo. También dice “la más excelente de mis gracias”. “Todos los corazones del país (del mundo) deben ser encendidos con esta Llama LLENA DE GRACIAS que de SU CORAZÓN “Ella nos da a nosotros. Entregar la Llama de Amor es UNA MISIÓN sublime y conmovedora. No es, pues, algo que podamos descuidar o rechazar. Tan importante es para la Virgen María la entrega de su Llama que crea un “sacramental”:


Nos lleva en primer lugar a la Fiesta de la Candelaria en la que los fieles entran en procesión al templo llevando cirios encendidos”. El templo a oscuras representa el mundo bajo el poder de las tinieblas. El cirio encendido representa a Jesús, Los fieles llevando los cirios encendidos representan a la Iglesia que anuncia al mundo la Redención, que entrega a Jesús a aquellos que no lo conocen. De aquí saca la Virgen su ceremonia de entrega de la Llama de Amor: “Lleva dos velas, enciende primero tu pequeña vela y con su llama enciende la otra. Luego pásala a mi querido hijo… . Entreguen la vela encendida que han recibido en esta ceremonia unos a otros, llévenla a casa y comiencen la oración en familia con este mismo ritmo”. Por lo tanto, debemos llevar la Llama de Amor a nuestra casa y pasarla a todos los miembros de nuestra familia y COMENZAR LA ORACIÓN EN FAMILIA”. Este es el punto de partida del “reguero de pólvora” (15 de abril de 1962).


La renovación de la familia católica viene cuando se acoge de manera consciente y responsable la Llama de Amor y se inicia la oración “en familia”. Allí se da el MILAGRO de que habla María: “Yo estaré con ustedes, los inundaré con gracias muy especiales”. Esta Llama debe ser propagada “en el mundo entero”. “Quiero que conozcan la Llama de Amor de mi Corazón que hace milagros en lo profundo de los corazones”. El gran problema de la Iglesia Católica es su pasividad evangelizadora. Es una Iglesia “asentada” en una “estructura tradicional” que reduce el deber de evangelización a los funcionarios (sacerdotes) y ha dejado a los laicos en una actitud de indiferencia ante la gran responsabilidad de anunciar la salvación al mundo entero.


La inmensa mayoría de las familias católicas está en una situación de “crisis espiritual” profunda. Son “católicos” por costumbre o por “tradición” pero no viven intensamente los elementos fundamentales de la FE. En el Diario Espiritual se pone en evidencia las “quejas” de Nuestra Señora a este respecto. Queda claro que el primer objetivo de la Virgen es RENOVAR LA FAMILIA CATÓLICA desde sus raíces. La Llama de Amor va a salvar al mundo entero según la Virgen María. Este tesoro debe darse a conocer a las familias ortodoxas y protestantes y a las familias no cristianas. La jaculatoria dice: “Derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre TODA LA HUMANIDAD”. Como católicos debemos entregar la Llama de Amor a todos sin excepción: católicos y no católicos. Tenemos que confiar en las palabras de María: “Entren en la batalla, los vencedores seremos nosotros. Mi Llama de Amor cegará a Satanás en la misma medida en que ustedes la propaguen en el mundo entro”. El primer paso es llevar la Llama de Amor al interior de nuestra propia familia y desde allí entregarla: a todas las que podamos. Así se dará la “efusión de gracia” que incendiará al mundo.


PASO ll: PONER A JESÚS EN EL CENTRO DE NUESTRO CORAZÓN


En el Diario Espiritual, Jesús se queja muchas veces de la frialdad con que las almas lo tratan. Le dice a Isabel: “Tienes que sacudir a las almas tibias de la desidia en la que se han hundido. Primero háganlos conscientes de que son llamados a vivir en íntima unión conmigo. Comuniquen esto especialmente a las almas que a pesar de que me reciben frecuentemente en su corazón, no por eso se acercan más a MÍ. En vano querría llevarlas a mayor profundidad espiritual si ellos dan la vuelta y me abandonan. Ni se acuerdan de Mí en medio de los trabajos del día. ¡Esto me duele tanto! ¡Sufro tanto!”. Jesús reclama algo que los profetas ya hablan denunciado al pueblo de Israel: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”. ¡Jesús se queja! ¿Por qué no llegamos a una mayor profundidad espiritual?, ¿Por qué damos la vuelta y lo abandonamos?, ¿Por qué no nos acordamos de Él en medio de los trabajos del día?


Estas palabras nos obligan a un gran “examen de conciencia”. Algo está fallando seriamente en nuestra manera de vivir la Fe dentro la familia. Si no fuese así, nuestro Señor no se quejaría tan amargamente a lo largo del Diario Espiritual, Invito a los lectores a recorrer el Diario para que nos demos cuenta de cuántas veces el Señor se queja de la frialdad con que lo tratamos. La Fe se transmite y se va educando desde la niñez a la adultez. Este deber les corresponde principalmente a los padres de familia y a la Parroquia. “Padres, tomen a sus hijos de la mano y condúzcanlos en el seguimiento del Señor” (Ef 6.4). El primer deber de la familia católica es criar a los hijos en el seguimiento de Cristo.


Si meditamos bien los pasajes del Diario en los que Jesús se queja, descubrimos a una “Persona viva” que sufre porque no lo amamos, lo ignoramos, lo olvidamos, no valoramos lo que ha hecho por nosotros, porque somos ingratos con Él. Jesús habla de “su Corazón” en estas quejas. Lo que más lo agobia es nuestra indiferencia: “el amor desbordante de Mi Corazón no recibe respuesta de parte de las almas. Ámame todavía más, hijita mía, abrázame más estrechamente a tu corazón. Ofréceme tu alma sacrificada y sírveme solo a Mí con profunda sumisión. Hazlo en lugar de aquellos que no lo hacen, aunque son almas consagradas a Mí”. “Existe acaso alguien que estuviera más abandonado que Yo, más despreciado, a quien hayan olvidado más que a MÍ”. Si supieran, ¡qué anhelo siento por ustedes! En mi continua soledad les estoy llamando con mucho amor y paciencia y ustedes me tratan como si fuera una persona sin sentimientos. Pero sí se acercarán con confianza, sentirían aquel amor que siente mi Sagrado Corazón por ustedes”. “... ¿Pasan insensibles frente a mi inconmensurable sufrimiento? Ustedes también, a quienes he criado al calor de mi Corazón y, a pesar de tanta infidelidad de su parte, les llamo con amor. Vengan con confianza, ¡Yo les redimí de la muerte eterna! ¿O ya no quieren vivir conmigo? ¿Se contentan con las cosas pasajeras de la tierra? ¡Oh! ¡Dense cuente de la pena de mi Corazón que anhela por ustedes!”, “¡Tanto me duele el alma! A las almas creadas a imagen y semejanza de mi Padre Celestial que caen en las garras de Satanás, las traga el infierno.


El dolor de mi alma puede ser calmado por la Llama de Amor de mi Madre”. “¡Es mi delicia estar con los hijos de los hombres! ¡Pero, lamentablemente, esto lo recibo solo de pocos!”. “Me duelen las muchas ofensas. ¡Yo estoy tan dejado de lado! Lo que más me duele es que las mismas almas a Mí consagradas me dejen de lado. No tienen tiempo para ocuparse de Mí”. En estas quejas nos damos cuenta de que Nuestro Señor Jesucristo pide una manera diferente de vivir la Fe. Es necesario pasar de una “religión formalista” a una relación de Amor con el Señor Jesucristo, El formalismo pone por encima de todo el cumplimiento de reglas y tradiciones que constituyen el conjunto de creencias religiosas. Se da la mayor importancia a lo externo.


Podemos bautizar a los hijos, confirmarlos, confesarnos, hacer la primera comunión, ir a misa todos los domingos, casarnos, etc. Pero todo eso “para estar en regla” con la Iglesia o con la “cultura cristiana”. El corazón, sin embargo, puede estar lejos de Dios. Cuando se recibe la Llama de Amor la llevamos a nuestro hogar para evangelizar a la familia. Y el primer paso es anunciar a un Cristo vivo al que debemos amar y servir con todo nuestro corazón. Jesucristo debe ser aceptado como el SEÑOR de nuestra vida al que nos sometemos en todo. Pertenecemos a Cristo, somos de Cristo. (Rom 14,7-9).


Cada uno de los miembros de la familia debe hacer este camino personal hacia el Señorío de Jesús: Abandonar al pecado para aceptar y seguir a Jesucristo como su Señor y Salvador. Jesús dice: “Si alguien quiere venir en pos de MÍ, que cargue con su cruz y que me siga”. Esto representa el primer “combate espiritual” de la Llama de Amor contra el Demonio en el corazón de cada miembro de la familia. El ideal de la familia católica es que todos conscientemente combatan la obra de Satanás en el interior del hogar, para que en la familia entera Reine Jesús como Señor y Salvador.


PASO III: LA CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA.

¿De dónde viene el concepto de Consagración?

“Consagrarnos” y “Consagrar la Familia” al Sagrado Corazón de Jesús, al Inmaculado Corazón, o a los “dos Corazones de Jesús y de María” no es una “devoción más” o “una piadosa novedad”. El Diario Espiritual nos lleva a comprender esta doble petición que Jesús y María nos han hecho al menos en dos ocasiones diferentes: en Paray Le Morial (Francia, 1674) y en Fátima (Portugal, 1917). Se trata de algo de incalculables consecuencias para cada persona, cada familia, cada nación, para la Iglesia entera y para toda la Humanidad. Si Jesús y María lo piden en dos ocasiones correspondientes a dos épocas históricas trascendentales (Reinado de Luis XIV,1643-1715 y Revolución Comunista 1917), es obligatorio considerarlo como algo de urgente importancia. La Virgen pide la Consagración de Rusia, y más tarde la Consagración de la Humanidad entera a su Inmaculado Corazón. De la consagración de Rusia depende su conversión y la paz del mundo. Si no se hace esa consagración, catástrofes inmensas, materiales y espirituales caerán sobre el mundo entero. La consagración no es entonces algo banal que pueda descuidarse. Es algo obligatorio. Es preciso que sepamos leer este doble mensaje y asumamos esta llamada con gran responsabilidad, comenzando por cada familia. TODA FAMILIA CATÓLICA DEBE CONSAGRARSE ALOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA Y VIVIR CON GRAN ENTEREZA ESA CONSAGRACIÓN para que se dé el reguero de pólvora de la Llama de Amor.


LA CONSAGRACIÓN es completamente bíblica; proviene directamente de la Ley de Dios y está expresada de diversos modos en las Sagradas Escrituras. Por no comprender esta legítima exigencia de Dios, y por no responder a esta llamada del Creador, perdemos innumerables bendiciones y abrimos las puertas al Reino de las Tinieblas. Para valorar adecuadamente esta doble petición de los Corazones de Jesús y de María hay que ir al Génesis. Dios nos creó a su imagen y semejanza. Somos Suyos. Criaturas de Dios. Le pertenecemos totalmente en propiedad. Dios nos constituyó administradores de su creación y con un objetivo: que le demos el amor y la gloria que a Él le corresponde. (Gn. 1,26-31; 2,7,15-25; 3,1-24). Esta es la base de todas las consagraciones: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas… sobre todas las cosas”. Adán y Eva cometieron una terrible ingratitud: rechazaron su condición de criaturas. Quisieron “convertirse en dioses independientes” del único Dios verdadero. El drama de la humanidad está allí: en querer ignorar el designio divino de la creación. Lo queramos o no estamos por nuestra propia constitución existencial CONSAGRADOS A DIOS.


Cuando Nuestro Señor y la Virgen piden que nos consagremos a sus corazones, simplemente están exigiendo que volvamos a nuestra condición de “criaturas” y que le demos a Dios lo que a Él le corresponde por derecho de creación. La época de Luis XIV marca el inicio de la descristianización de Europa; la Revolución marxista-leninista de 1917 marca la propagación sistemática e impositiva del ateísmo a nivel mundial. La felicidad del ser humano y de la creación entera está en reconocer que pertenecemos a Dios, que somos su pueblo y sus “hijos” creados a su Imagen y Semejanza. El rechazo del hombre a su propia condición de criatura es una herida en el Corazón de Dios que le hace sufrir: “Se le partió el Corazón” a Dios. “Se arrepintió de haber creado al hombre” (Gn 6,5-7). Noé que era justo, por su santidad de vida consoló el Corazón de Dios y fue motivo para que naciera una nueva Humanidad. Dios hizo alianza con Noé. Lo mismo pasó con Abraham y con Moisés. El pecado en cualquiera de sus formas es una repetición del gesto de Adán y Eva. No queremos ser criaturas, queremos ser dioses. El Faraón endureció su corazón y atrajo sobre Egipto innumerables desgracias. Dios le dijo: “¿Hasta cuándo te negarás a someterte a MÍ?” (Ex 10,3). La historia de Israel repite el pecado de Adán y Eva.


El Señor lo sacó de la esclavitud de Egipto y lo convirtió en un Pueblo Santo, Pueblo de Reyes, Pueblo Sacerdotal. ¡Pueblo de Dios! ¡CONSAGRADO A YAHVÉ! La infidelidad a su vocación llevó a Israel al desastre nacional, el exilio. Un “pequeño resto” fiel al Señor vivió esa consagración y obtuvo la venida del Mesías. Por su muerte y resurrección Nuestro Señor nos rescató de la muerte eterna e hizo de los creyentes el Nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia. Por el Bautismo reconocemos a Jesús como a Nuestro Señor, renunciamos a Satanás y nos CONSAGRAMOS A Él. Es la entrega total y absoluta de todo lo que somos y de todo lo que tenemos a Dios. Nos reconocemos no solamente como criaturas sino también como hijos de Dios. Aquí viene el papel de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María: Para poder hoy mantenemos fieles a esa Alianza con Dios que es la Consagración Bautismal, necesitamos un instrumento extraordinario con el que podamos hacer frente al ataque sin precedentes del Demonio contra la Iglesia y la Humanidad entera. Ese instrumento es la gracia de la Llama de Amor.


En cada familia encontramos la imagen de la Iglesia y de la Humanidad que están integradas por millones de familias unidas por vasos comunicantes, materiales y espirituales. La Virgen revela en el Diario Espiritual el Plan Diabólico para destruir la obra de Dios: la Redención del ser humano. El Demonio busca cómo corromper a las familias para que rechacen el Señorío de Jesús y su salvación. Para que la Familia Católica se transforme en Luz de las naciones, Satanás debe ser cegado en el interior de cada familia. “La ceguera de Satanás significará el triunfo universal de mi Divino Corazón, la liberación de las almas y que el camino se abrirá en toda su plenitud” (DE262). Las familias católicas deben comprender que la Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María es el primer paso para que el reino de Satanás se derrumbe en la época histórica actual.

15 LA CONSAGRACIÓN ES EL CAMINO PARA VENCER A SATANÁS 

A) El fruto principal de la consagración al CJ y al CIM es la victoria contra Satanás en el interior del hogar. “La ceguera de Satanás significará el triunfo universal de mi Divino Corazón, la liberación de las almas y que el camino se abrirá en toda su plenitud”. La Llama de Amor está íntimamente unida con la Consagración de las familias al Sagrado Corazón de Jesús. Cuando la Virgen María nos dice repetidas veces en el Diario Espiritual que el Demonio está lleno de rabia y que va a lanzar un ataque frontal contra la familia para destruirla, tenemos que abrir los ojos, reflexionar y actuar. “Satanás quiere reinar en las familias” quiere suplantar a Jesucristo Rey y Señor del Universo para constituirse él como el soberano de nuestras vidas y de todo lo que existe. Esa es su terrible obsesión.

Como le dijo a Jesús: “Si te postras ante mí y me adoras, te entregaré todos los reinos del mundo” (Mat 4,8). Satanás no cejará en su propósito de convertirse en el falso rey de las familias y a través de las familias, en el rey de la Humanidad. La acción diabólica está denunciada desde el inicio del Génesis: El objetivo de la Serpiente es destruir la familia, destruir la Obra de Dios. Este es el punto fundamental de la acción demoníaca: expulsar a Dios del seno del hogar e instaurar el reino del pecado mortal habitual en los cónyuges y en los hijos. Ante todo, el arma de Satanás es el engaño: “temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, las mentes de ustedes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo” (2 Co 11.3). La enorme trascendencia del mensaje de la Virgen María a Isabel Kindelmann se comprende fácilmente cuando examinamos con detenimiento la acción diabólica que se está desarrollando actualmente en todas las naciones.

Todas las fuerzas demoníacas se han coludido para pervertir desde el interior y del exterior la familia, tal como Dios la ha diseñado y pedido en la divina Revelación “pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Co 11,14). Está en nuestras manos parar en seco este proceso de destrucción espiritual de la Humanidad, obedeciendo a los mensajes del Sagrado Corazón y del inmaculado Corazón de María. Jesús y María piden que las familias se consagren a sus sagrados corazones. “Las fuerzas aunadas del mundo entero se necesitan para cegar a Satanás”. Consagrar la familia al Sagrado Corazón de Jesús es proclamar el Reino de Dios en el hogar cristiano y rechazar las pretensiones del falso príncipe de este mundo. El cegamiento del Demonio es el triunfo del corazón de Jesús: la familia se convierte en un verdadero santuario en donde se adora y sirve al Dios verdadero. Todos los miembros se comprometen en hacer reinar al Señor en su propia casa. No se trata de que la Consagración quede en una simple fórmula y en una imagen entronizada como un “adorno”.

Es un compromiso activo de construir todos juntos el santuario familiar con la ayuda del Señor y de María. La familia no es cualquier cosa. No es un banal invento del hombre y no la podemos concebir o modificar a nuestro antojo. No nos pertenece. La familia es la base donde descansa en la práctica el designio divino sobre el ser humano. Es la “institución divina”, más importante porque de ella brota toda la humanidad. Es el instrumento por medio del cual Dios engendra para la eternidad a sus hijos. Por eso debemos defenderla de la “reingeniería social promovida por los grupos de presión paganizantes que han infiltrado la ONU” para imponer su agenda a las naciones del mundo entero: aborto, homosexualidad, matrimonios “gays”, etc. Cuando la familia se aparta del plan de Dios, todo se derrumba y termina en desastre para los seres humanos.

El pecado original lesionó radicalmente el Plan de Dios sobre la familia. Satanás quiso desbaratar los planes del Creador sobre el hombre, llevando la muerte y la división al interior de la relación de Adán y Eva. La solución del problema está en que toda la Humanidad, comenzando por los que gobiernan las naciones, se sometan al Señorío de Jesús. Esto parece imposible. Sin embargo, es el meollo del plan de Dios. Las naciones deben reconocer a Jesucristo como EL ÚNICO Y VERDADERO SEÑOR: La respuesta a esta aparente imposibilidad es que cada familia se someta a Jesucristo y que el “reguero de pólvora” se extienda vertiginosamente de familia en familia hasta “abrasar el mundo entero”. No olvidemos que nuestros ojos materiales solamente ven lo exterior. Más allá de lo físico, de lo sociológico, está el mundo “espiritual” que no podemos ver. Es allí donde “se juega” la salvación o la condenación de las almas. La oración, la reparación, el sacrificio, el dolor de los bautizados y de todo ser humano desempeñan un papel infinitamente grande en este combate contra Satanás y sus legiones. Lo que nosotros seres humanos con nuestras pobres fuerzas no podemos hacer en favor de la salvación de las almas lo hacen los méritos infinitos de Nuestro Señor Jesucristo, de su Santísima Madre y de los Santos. Mientras más familias se comprometan a vivir intensamente el mensaje de la Llama de Amor, ese mundo espiritual será movilizado con más eficacia para cegar al Demonio y derribar su reino de naipes.


16. ESTABLECER EL REINO DE DIOS EN LA FAMILIA CON LA AYUDA DE LA LLAMA DE AMOR

B) Dios es un Dios de orden. En el orden está la armonía y la paz. Todo en la obra de Dios está ordenado a su gloria. Todo se mueve armoniosamente: el universo con sus galaxias, planetas, estrellas. La tierra y lo que en ella se contiene sigue un orden establecido por el Creador. Antes del pecado original, el hombre en el Plan de Dios era en sí mismo un ser ordenado, equilibrado. Guardaba el dominio de sus potencias y facultades. Estaba en paz interior y exterior con el mundo. El pecado original vino a romper el equilibrio interior de sus facultades y el equilibrio exterior de sus relaciones con los demás y con el universo. Antes de que el hombre se rebelara contra Dios se dio la rebelión de los ángeles contra su Creador. El pecado original significa que el hombre se dejó seducir por el Príncipe de los ángeles rebeldes y rechazó a su Creador. El desorden en la Obra de Dios viene del desorden de los ángeles caídos y de la colaboración de los hombres a la rebelión satánica contra el Creador, Cuando hablamos de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús (y de María) sea de la persona individual, de la familia o de las instituciones, estamos hablando de volver al Orden inicial del Creador.


La gracia de la Llama de Amor del inmaculado Corazón de María es un auxilio de inestimable valor que Dios Creador y Padre nos da a sus hijos para que podamos enfrentarnos de manera victoriosa al desorden impulsado por los “espíritus malignos”. Dios ha respetado y seguirá respetando nuestra libertad. Él no nos fuerza a que colaboremos en su Plan Eterno de la Creación. Nos invita a que tomemos parte en su Reino. Depende de nosotros que acojamos el designio divino de la Creación o que, como Adán y Eva, nos sometamos al Príncipe de este mundo y seamos sus esclavos. Jesús, el Hijo de Dios, es el que vence a Satanás y restablece el Orden de la Creación al redimirnos. Cuando consagramos nuestra vida al seguimiento de Jesús, estamos entrando en el Plan de Dios nuestro Creador y Padre amoroso.


Lo más importante para cada ser humano es “acoger a Jesucristo”, ya que solamente en Cristo se puede encontrar la salvación, es decir, la victoria contra el desorden instituido e impulsado por el llamado “mundo de las tinieblas”. La Llama de Amor es mi Hijo Jesucristo, nos dice la Virgen María. Cuando acogemos esta gracia estamos acogiendo al mismo Cristo, ¿Y qué hace Jesucristo? Viene a destruir las obras de Satanás (1Jn.3,8) en la persona individual, en la familia y en todas las instituciones humanas. Jesús nos habla de una lucha contra el Príncipe de este mundo que termina en la derrota del reino de Satanás, la Serpiente Antigua (Ap.12). La gracia de la Llama de Amor es, pues, un “nuevo y excepcional instrumento” que Dios nos da para derrotar al Demonio en nuestra propia persona, en la familia y en las instituciones humanas. La finalidad de la Llama de Amor es la del Evangelio: establecer el Reino de Dios. “El Reino de Dios sufre violencia y los violentos lo arrebatan”.


En el Diario Espiritual descubrimos las pistas para organizar en nuestras familias ese combate espiritual del que nos habla San Pablo. ¿Qué nos proponen Jesús y la Virgen María a través de la vida y del Diario de Isabel Kindelmann? En primer lugar, que tomemos la decisión de unirnos al inmaculado Corazón de María en su lucha contra Satanás y que vayamos estableciendo en el interior de nuestras familias las condiciones para que Jesucristo, su Hijo, reine en nuestros hogares. Se trata de transformar nuestros hogares en verdaderas familias cristianas que “sigan a Jesucristo” al ciento por ciento. Esto implica un combate implacable contra las legiones de espíritus malignos que al mando de Satanás buscan por todos los medios destruir la Obra de Dios, Cada bautizado debe comprenderse a sí mismo como un soldado al servicio de la salvación de toda la humanidad. Cada familia católica está llamada a asumir la gran responsabilidad de la salvación propia, la de sus vecinos y la de “toda la humanidad”, como lo pide la jaculatoria. Desde esta óptica las enseñanzas y las exigencias de la Llama de Amor cobran sentido. Debemos entrar obligatoriamente en lucha contra el Príncipe de este mundo si queremos salvar nuestras almas. El Demonio no descansa. Solamente enfrentándolo con la fuerza de Cristo podemos vencerlo. Aquel que no lucha contra Satanás queda irremediablemente vencido y esclavizado en esta vida y condenado a la eterna oscuridad, en la eternidad. La Llama de Amor es la gran esperanza que la Virgen da al mundo moderno como la última tabla de salvación. 


17. PONER EN PRÁCTICA LAS ENSEÑANZAS DEL DIARIO ESPIRITUAL

C) Para comprender el mensaje del Diario Espiritual es necesario tener en cuenta la convulsionada época histórica en que fue escrito y la espiritualidad de Isabel. Su vida se desarrolla dentro de los parámetros de una Hungría de gran tradición católica sometida a las terribles circunstancias de las dos guerras mundiales y de la opresión comunista. El Mensaje y la Gracia de la Llama de Amor están dirigidos a todos los seres humanos sin excepción: sean católicos, ortodoxos, protestantes, creyentes musulmanes, no-bautizados, indiferentes, incrédulos, ateos, enemigos de la Iglesia, etc. A la humanidad entera, porque todos los hombres y mujeres del mundo somos víctimas de la acción de Satanás y necesitamos del auxilio divino para vencerlo, La divina Providencia tiene sus Planes y sus Caminos para llevar a la salvación a todos aquellos que acojan sus requerimientos. En el designio divino para estos últimos tiempos el Inmaculado Corazón de María desempeña un papel de primera importancia. Para llegar al corazón sufriente del hombre de hoy, el Señor nos da el Corazón dolorido de su Madre.

 

En el Diario Espiritual el primer Maestro y Protagonista es Jesús, pero está tan íntimamente unido a su Madre, que ambos hablan el mismo lenguaje y persiguen el mismo objetivo por los mismos caminos y enseñanzas. María nos lleva a su Hijo. Los Corazones de Jesús y de María son en realidad un solo y mismo Corazón. La Llama de Amor en su itinerario salvífico parte de la madre de una familia que vive de manera mediocre los valores católicos. La Virgen la califica de “familia fría” como hay tantas en Hungría (DE 171). La Llama debe ir avanzando de corazón a corazón, de boca en boca; como un “reguero de pólvora” debe ir pasando de familia en familia para encenderlas en el fuego del amor a Dios hasta “incendiar” la Iglesia entera. Ese “milagro” no se quedará en la Iglesia Católica, sino que seguirá su camino llegando a las familias Ortodoxas, Protestantes y No cristianas. Es la Humanidad entera la que experimentará la gran profecía que María Santísima hace a Isabel Kindelmann de su victoria sobre Satanás. La Virgen dice que su Llama se extenderá suavemente, discretamente, sin levantar ruido, sin causar problemas, pero que llegará un momento en que se expandirá de manera vertiginosa para convertir a la Iglesia y al mundo entero en un grandioso incendio que cegará a Satanás y desbaratará el poder del Demonio sobre el mundo. Estamos llamados a participar intensamente en ese proceso.

El principal enemigo de la Llama de Amor es el Demonio, quien dándose cuenta de la tremenda amenaza que representa para su reino, va a atacar despiadadamente a Isabel y a todos aquellos que se esfuercen en propagarla (DE 65,66, 227). Paradójicamente, esta gracia va a encontrar numerosos adversarios en aquellos mismos que deberían promoverla sistemáticamente: sacerdotes y personas religiosas. Para proteger a los suyos, la Virgen María los acompañará en ese combate y los fortalecerá, haciendo grandes milagros para el triunfo de su Llama de Amor. Esos prodigios se darán sobre todo en el interior de las personas: los corazones se convertirán con sorprendente rapidez y facilidad (DE 93-94). Ese será el gran milagro del inmaculado Corazón de María. Ella restaurará la identidad de la actual “familia católica”, tradicionalmente pasiva, pata transformarla en ardiente evangelizadora. La Virgen no nos presenta un programa detallado de todo lo que hay que hacer (DE 233-234). No es necesario ni conveniente.

La libertad del Espíritu Santo que conduce a cada alma y a cada hogar según su propia vocación personal queda asegurada. Jesús y María solamente van señalando aquellos elementos que son fundamentales en lo que debe ser la vida espiritual de la familia católica.

Esos puntos son aquellos que debemos cultivar con propiedad para irlos estableciendo en nuestros hogares. El Diario no entra en detalles, pero lógicamente todo católico ha de referirse a las enseñanzas del Magisterio para perfeccionar su identidad católica.

Este proceso acelerado de transformación de la Iglesia y del mundo no se hará por los medios humanos (psicológicos, sociológicos, mercadeo televisivo, etc.) sino con el poder de la Cruz de Cristo (DE 94). A la luz de este Misterio Central del cristianismo llegamos a comprender algo que sorprende a muchos lectores del Diario: la importancia extraordinaria que en la vida de Isabel tiene el “sufrimiento”, Esto se ha olvidado hoy: que el “Poder” evangelizador de la Iglesia está en la participación de sus miembros en los dolores de Cristo. La Iglesia es Víctima con Cristo en la Cruz, y cada católico debe “llevar su Cruz” con plena conciencia de su valor. La fuerza de la Iglesia no está “en el exterior”, “en lo que se ve”, sino en la Santidad de las familias. Por eso la santidad de vida en el interior de la familia es lo primordial, lo que da sentido a la familia católica entregada a “vivir su consagración”. Satanás busca por todos los medios infiltrar a la familia católica con la “mentalidad del mundo” para contaminarla con el pecado y neutralizar así su capacidad evangelizadora (DE 123). Es de capital importancia que obedezcamos las indicaciones que el Inmaculado Corazón de María nos da para que se puedan transformar las familias católicas en transmisoras de la Llama de Amor y que el profetizado “incendio” del mundo entero se realice.

18. VIVIR LA LLAMA DE AMOR COMO UNA DEVOCIÓN LIBERADORA

Decimos que la Llama de Amor es una devoción, pero que no es una devoción como todas las demás. Es un instrumento destinado a liberar las familias del dominio de Satanás. Quien vive la Llama de Amor como una devoción más no ha llegado a comprenderla de manera integral y es necesario que pase a experimentarla como una devoción "liberadora". Descubrirá el poder único de Inmaculado Corazón ce María contra todas las asechanzas y ataduras del Príncipe de este mundo. La SANTIDAD de la familia es el fruto de esta gracia extraordinaria. Así como Dios sacó a Abraham de en medio de pueblos en los que se practicaba la Idolatría para hacerse un pueblo CONSAGRADO a su Nombre, Dios quiere sacar a la familia católica del marasmo paganizante en que se ha precipitado. Israel estuvo en Egipto cuatrocientos años. Allí fue esclavo. Se acostumbró a la esclavitud. Prefirió la tranquilidad del sometimiento a las costumbres paganas y le costó salir de ellas. La manera de vivir perversa del paganismo había penetrado tanto en su mente que Dios tuvo que dejar morir en el desierto a la generación antigua para que una nueva entrara en la Tierra Prometida. La gran recomendación que Yahvé hizo a Su Pueblo es que renunciará a las costumbres de las naciones paganas. ¡Que no las imitara! ¡Que fueran SANTOS porque Él es SANTO! El gran combate de Dios contra Israel está aquí: Israel no quería ser Santo, quería ser como los demás pueblos. Quería vivir como ellos, idolatrando a falsos dioses. No quería someterse a la Ley de Dios, pero sí quería seguir llamándose “Pueblo de Dios!”. Hoy como ayer estamos en la misma situación. Queremos ser como los “demás pueblos” pero queremos seguir llamándonos “cristianos”.

No hemos leído bien el Evangelio. No hemos captado el sentido de las palabras de Jesús y de los Apóstoles. Pertenecer al Nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, significa “renunciar a Satanás, a sus pompas y a sus obras” y SEGUIR A JESUCRISTO. La penetración de la acción diabólica en las mentes y en el corazón de infinidad de “católicos” es tal, que están ciegos espiritualmente. Viven una farsa de cristianismo. Jesús tendrá que decirles, ¡no te conozco! El dios de este mundo ha cegado sus corazones. Pensemos, por ejemplo, en infinidad de “mujeres católicas” gritando a favor del aborto; otros muchos aceptando la homosexualidad como algo correcto; cantidad de políticos aprobando leyes que destruyen el alma de los pueblos; masas inmensas practicando magia, hechicería, adivinación, espiritismo...; ejércitos de alcohólicos y adictos a las drogas; millones de familias viviendo pequeños infiernos, etc.Han sido cegados por la acción de los “espíritus malignos” pero no lo captan. No comprenden que están siguiendo las costumbres de los pueblos paganos. No quieren luchar para ser libres: se han acomodado a la esclavitud espiritual.

El Demonio, sus espíritus malignos y sus agentes atacan en primer lugar la inteligencia y la voluntad: la mente y el corazón. Después el cuerpo y los bienes materiales. Invaden los espacios que nos rodean y están actuando en el mundo entero. “No hay lugar donde Satanás no pueda penetrar”, nos dice la Virgen. Por algo María nos da para estos tiempos la Llama de Amor. Tenemos que abrir los ojos y no caer en la ingenuidad de la “ciencia” que niega todo lo que no puede someter a sus leyes materialistas. Para que la Llama de Amor pueda actuar es indispensable aceptar la existencia de Satanás y de los “espíritus malignos”.

Además de que para los católicos es un dogma de fe, basta abrir los ojos para darse cuenta de que hay un mundo espiritual nefasto que nos rodea y nos ataca para destruirnos: Las teorías psicológicas y psiquiátricas hacen mucho daño a infinidad de personas cuando reducen los fenómenos psíquicos a causas meramente naturales. Hasta sacerdotes se dejan contaminar por esta visión reductiva de los problemas humanos y orientan mal a los fieles que están afectados por la acción de los espíritus malignos. Si no creemos en la existencia y en la acción de Satanás, somos como boxeadores ciegos que luchan contra un tremendo campeón. En el Diario Espiritual la Virgen sacude nuestra indolencia y ceguera espiritual para que abramos los ojos y comencemos a combatir a su enemigo mortal y a nuestro tirano opresor. Para ser libres nos liberó Jesucristo. Lo primero que debemos hacer para utilizar el instrumento de la Llama de Amor eficazmente es aceptar y creer en la existencia del Demonio. Sin este requisito nuestro combate será un fracaso.

19. COMBATIR AL DEMONIO CON LA LLAMA DE AMOR

Si no tenemos un conocimiento adecuado de la naturaleza del Demonio y de su acción, no lo podremos combatir eficazmente. Lo primero que debemos tener en cuenta es que Satanás y los suyos son, igual que los seres humanos, “criaturas” sometidas en todo al poder del Creador. Esto trae una consecuencia superimportante para nosotros: perderle el miedo. Para derrotarnos, Satanás nos infunde temor. Esta sensación de debilidad que sentimos ante el reino de las tinieblas es su principal arma. Los espíritus malignos que vagan por los aires (Ef.2,2; 6, 10-19;) nos quieren convencer de que son por sí mismos poderosos, fuertes, grandes, inteligentes, independientes de Dios, etc. cuando en verdad son todo lo contrario. No pueden hacer nada si Dios no se lo permite y están amedrentados ante aquellos hombres y mujeres llenos de Fe y de Amor a Dios. Santiago nos dice: “enfréntense al Diablo y él huirá” (Sant. 4,7). Siendo Satanás, sus demonios y sus espíritus malignos mentirosos por naturaleza, ellos siempre se acercarán a nosotros mintiendo, engañando, confundiendo, haciendo teatro. La verdad es que solamente tienen poder sobre aquellas personas que se les someten llevando una vida de pecado, o que recurren a las fuerzas ocultas (adivinación, magia, hechicería, espiritismo, idolatría, supersticiones, etc.) o viven su Fe de manera fría, y no saben utilizar las armas ofensivas y defensivas que Dios nos da por medio de la Iglesia.

Satanás emplea como primera estrategia perturbar nuestra inteligencia para que no veamos claramente la verdad de las cosas. Esto es fundamental: si no vemos dónde está la Verdad (JESUCRISTO) entonces comenzamos a andar por caminos equivocados y somos víctimas miserables de los malignos. Hay tres clases de demonios que atacan unidos al hombre: los demonios de la inteligencia, de la memoria y de la voluntad. Estas tres facultades del alma deben trabajar en coherencia para que podamos pensar y sentir rectamente y así actuar de acuerdo a la Voluntad de Dios. El Demonio tratará de perturbar por todos los medios y con todas sus fuerzas estas facultades. Intentará confundirnos y arrastrarnos a la mentira o al error (1 Tim 4,1) para destruirnos. Podemos dar nombres a los demonios o a los espíritus malignos de acuerdo a la influencia que tienen sobre nosotros. Si produce angustia, lo podemos llamar demonio de angustia, o espíritu maligno de angustia; si produce miedo, lo podemos llamar miedo, etc.

Así nos vamos volviendo conscientes de qué espíritus malignos están atacando a nuestra familia: ira, división, lujuria, pornografía, adulterio, tristeza, depresión, alcoholismo, muerte, suicidio, etc. etc. No estamos tratando de hacer Demonología barata. Los especialistas en este campo nos presentan listas muy largas de nombres propios de demonios. En nuestro caso de la Llama de Amor podemos contentarnos con este enfoque sencillo que nos permitirá implorar el auxilio de la Madre de Dios. La Llama de Amor no es un exorcismo propiamente dicho, aunque tiene efectos de liberación muy notables; la Llama de Amor es Jesucristo que hoy como ayer entra en nuestras familias para “expulsar los espíritus malignos” (Lc 7,21) y establecer su Reino.

Cuando hablamos de exorcismo propiamente dicho nos referimos solamente a los casos de auténtica posesión diabólica. Para ayudar a las personas posesas están los sacerdotes mandatados por los Obispos. En el caso de que una persona tuviese una verdadera posesión diabólica, le tocaría al exorcista de la Diócesis asumirlo. De ordinario, la mayor parte de las personas sufrimos perturbaciones espirituales de diversa magnitud, pero no son verdaderas “posesiones”. Es en este terreno que la Llama de Amor se manifiesta como sumamente útil porque todos los seres humanos podemos utilizarla como instrumento de sanación espiritual. Y de esto se trata: de que aprendamos a utilizar el nuevo instrumento que la Virgen María nos da para cegar a Satanás en nuestra vida personal y especialmente en el interior del hogar. Los padres de familia deben discernir qué espíritus malignos están afectando su hogar. En nuestro mundo moderno la psicología ha ayudado a muchas personas a adquirir una mejor calidad de vida psíquica, pero también ha contribuido a confundirnos espiritualmente porque sus diversas teorías nos han hecho creer que todos los comportamientos humanos son fruto de elementos meramente naturales. Si hay enojo, ira, violencia, lujuria, etc. Nos hablarán de problemas emocionales, de complejos, de condicionamientos culturales, etc. Los psicólogos ateos (1 Jn 4,5) no aceptarán, por principios metodológicos científicos, que pueda haber también un elemento preternatural en la raíz de las conductas anómalas o inmorales (Gál 5,19-26). Con la Llama de Amor iremos descubriendo un mundo invisible a los ojos carnales. Las corrientes de la psicología científica no lo pueden captar ni comprender. La Virgen nos habla de este mundo, lo denuncia, lo combate y lo vence (Ap 12). Ella nos da las armas para enfrentarlo con éxito.

20. ¿CUÁLES LA RAZÓN DEL COMBATE ESPIRITUAL? ¿POR QUÉ NOS ATACA SATANÁS? ¿POR QUÉ SE NOS DA LA LLAMA DE AMOR?

C). Detrás de cada acción hay un motivo que impulsa a actuar a los seres inteligentes. Si conocemos la motivación podremos valorar su acción. El Demonio tiene un poderoso motivo para atacarnos. ¿Cuál es la razón de un odio tan espantoso para esta criatura tan débil llamada “hombre”? ¿Por qué motivo se encaró Dios? ¿Por qué Jesucristo se entregó a una muerte tan terrible? ¿Qué está detrás de ese acontecimiento tan inverosímil? ¿Por qué la Madre de Dios y de los hombres se preocupa de obtener del Padre Eterno un instrumento tan poderoso para “cegar a Satanás? ¿Por qué una mujer tan sencilla como Isabel Kindelmann acepta entrar en un proceso de dolor y de sufrimiento tan tremendo para darnos a conocer la Llama de Amor? Si no tenemos una correcta información no podremos dar con la clave. Los que hemos aceptado las enseñanzas de la Iglesia Católica basadas en la Revelación Divina tenemos todos los elementos para comprender ese drama tan impresionante en el que desempeñamos un papel de primer plano. En el Diario espiritual, ya desde las primeras líneas, Isabel nos pone al tanto del “camino de Señor” y de las “molestias continuas del enemigo malo”. Esa será la temática de todo el Diario. El Designio de Dios sobre el Hombre y el ataque despiadado de un enemigo encarnizado que no quiere que se realice ese Designio. ¿Por qué es tan importante ese Designio para nosotros? Debemos conocer, valorar y aceptar las razones que motivan a Dios.

Si comprendemos que el Creador nos ama infinitamente y quiere hacernos plenamente felices por toda la eternidad, asimilaremos el mensaje del Diario Espiritual y daremos el valor supremo al tiempo de nuestra existencia terrenal. Solamente el que ignora el Designio divino comete el error de desperdiciar su tiempo. ¿Y las motivaciones del “maligno enemigo”? ¿Por qué nos odia? Porque odia a Dios y porque nos envidia con todo su ser. No quiere que gocemos de la felicidad que Dios nos ha preparado. Quiere arrastrarnos a su “universo de oscuridad y dolor sin límites” en el que se precipitó por su soberbia. En medio de ese Amor y de ese odio está la Virgen María para ayudarnos a comprender la Verdad de las cosas. Si valoráramos con claridad que Dios nos llama al “Cielo” (palabra que ya no nos llama la atención) pondríamos en movimiento todas nuestras fuerzas para alcanzarlo.

Si entendiéramos lo que es el “infierno” (palabra gastada que ya no dice nada al hombre moderno) nos debatiríamos con infinito arrojo contra aquellos que quieren arrastrarnos a él. La Llama de Amor es el instrumento dado por la Virgen María para salir victoriosos en ese trascendental combate. Sería un error gravísimo reducir la Llama de Amor a un simple instrumento para “sentimos bien”, “para tener una relativa paz espiritual”, para liberarnos de

las “perturbaciones” del enemigo. Entendámoslo bien: todos tenemos al frente a un tenaz y torvo adversario que no descansará hasta hundimos en la muerte eterna. El “infierno” ha sido ridiculizado por la propagada incrédula, pero es totalmente cierto ayer, hoy y para siempre. Aunque se empeñen en negarlo. La realidad horrenda del alejamiento eterno de Dios (el infierno) es lo que justifica que Jesucristo haya aceptado gustosamente sobrellevar el dolor de su Vida-Pasión-Muerte. Si la Virgen nos da la Llama de Amor es porque hoy por hoy es totalmente indispensable para la Iglesia Católica tomar conciencia de la gravedad del momento. Si los católicos no comprendemos que estamos llamados por Dios a dar la respuesta que la Humanidad necesita ante el ataque diabólico más” poderoso de su historia, fracasaremos nuestra vocación divina de ser LA LUZ DEL MUNDO. Los hombres -y especialmente los católicos estamos perdiendo la batalla ante la malicia de Satanás.

Tenemos todas las armas para vencer, pero no las utilizamos. Dios no está perdiendo la guerra ni la perderá, pero nosotros sí, ¡muchísimos!

El Designio divino se cumplirá, pero infinidad de personas no podrán gozar de él por toda la eternidad, o habrán desperdiciado el tiempo de su existencia terrenal. El Cielo nos está sacudiendo, pero estamos ciegos, no queremos entender los mensajes ni los valoramos. El infierno cada día está más envalentonado y descarado en la proclamación evidente de su existencia, pero lo miramos y no lo vemos. “Mirarán con los ojos, pero no verán”. No sabemos ver, (Is 6,9; Jer 5,21; Ez 12,2:Jn 6,36) Vieron a Jesús, pero no creyeron en Él. Esa batalla que decidirá la salvación de la Humanidad está EN EL CORAZÓN DE LAS FAMILIAS, en su interior. Por ese motivo es relativamente fácil y rápido ganar la guerra a Satanás: si cada familia combate al Demonio en el interior del hogar y se convierte en lo que la Virgen pide (UN SANTUARIO FAMILIAR), el “reguero de pólvora” se dará. El poder de intercesión del Inmaculado Corazón de María garantiza la victoria. Este es el mensaje del Diario. El combate espiritual debe entrar en el interior de cada hogar católico para expulsar a Satanás e instaurar el Reino de Cristo. Ese es el fruto de la Llama de Amor. Tomemos los medios para que se realice la profecía de María: el “incendio espiritual” del mundo entero y la caída del reino de Satanás.